Ecatepec, un municipio con la vitalidad de más de un millón y medio de habitantes, se encuentra en un punto de inflexión. A partir de este viernes 11 de abril, la administración de Azucena Cisneros inicia una nueva etapa en la búsqueda de un entorno urbano más limpio, ordenado y respetuoso de la convivencia social. La implementación de nuevas multas y sanciones administrativas busca no solo castigar las infracciones, sino también fomentar una cultura cívica que nos beneficie a todos.

El monto de las multas, que asciende a 11,314 pesos para quienes sean sorprendidos depositando basura en la vía pública, no es un tema menor. Representa una cifra considerable que, sin duda, invita a la reflexión sobre nuestras acciones y el impacto que tienen en el entorno compartido. ¿Vale la pena arriesgarse a una sanción de esta magnitud por un acto que, además de perjudicar la imagen urbana, afecta la salud y el bienestar de todos? La respuesta, evidentemente, es no. El llamado es a la responsabilidad individual, a comprender que la limpieza de Ecatepec es una tarea colectiva, donde cada habitante juega un papel crucial.

La iniciativa no se limita a la imposición de multas. Se complementa con operativos rastrillo cívicos, una estrategia que busca liberar las avenidas de obstáculos y recuperar espacios públicos para el disfrute de la comunidad. Además, se contempla la rehabilitación de los Centros de Justicia Cívica, espacios esenciales para la mediación y resolución de conflictos, promoviendo así una cultura de diálogo y respeto. Estas acciones demuestran un enfoque integral, que aborda el problema desde diferentes ángulos y busca soluciones a largo plazo.

El regreso de las multas de tránsito, tras una suspensión de tres meses, también marca un hito importante. Se reconoce la problemática de la corrupción que empañó la labor de algunos uniformados y se implementa un sistema renovado, con la esperanza de una mayor transparencia y eficiencia. Las multas de tránsito, que ascienden a 6,788 pesos, buscan disuadir conductas que ponen en riesgo la seguridad vial, como el exceso de velocidad, la falta de respeto a las señales de tránsito y la conducción bajo los efectos del alcohol.

En un municipio tan dinámico y complejo como Ecatepec, la vigilancia y el control son elementos indispensables para mantener el orden. La tecnología juega un papel crucial, con las cámaras Jaguar y el Centro de Mando operando como herramientas para la prevención y la rápida respuesta ante incidentes. Sin embargo, la tecnología por sí sola no es suficiente. Se requiere la participación activa de la ciudadanía, la denuncia responsable y, sobre todo, un cambio de mentalidad que nos impulse a construir un Ecatepec más limpio, ordenado y seguro.

La invitación es a sumarnos a este esfuerzo colectivo. No se trata solo de evitar las multas, sino de comprender la importancia de nuestras acciones y contribuir a la construcción de un municipio donde la convivencia social, el respeto al entorno urbano y el orden público sean la norma, no la excepción. Informémonos, participemos y hagamos de Ecatepec un lugar del que nos sintamos orgullosos. La transformación es posible, pero requiere del compromiso de todos.