
11 de abril de 2025 a las 05:00
Domina el Arte de Negociar como Trump
Donald Trump, un personaje tan controvertido como fascinante, ha revolucionado el concepto de la negociación, elevándola, según sus propias palabras, a la categoría de arte. ¿Es realmente un artista de los acuerdos o un maestro de la manipulación? Su peculiar estilo, que ha generado tanto admiración como rechazo, nos invita a analizar las estrategias que lo han llevado a la cima del poder y del mundo empresarial. La reciente bonanza en las bolsas estadounidenses, tras una tensa escalada de aranceles, parece respaldar, al menos superficialmente, su enfoque poco ortodoxo. Pero, ¿es sostenible a largo plazo una estrategia basada en la confrontación y la imposición?
Para comprender la mente negociadora de Trump, es indispensable adentrarse en las páginas de "The Art of the Deal", el libro que, desde 1987, ha servido como manual para aspirantes a magnates. Coescrito con el periodista Tony Schwartz, esta obra, a medio camino entre la autobiografía y el tratado de estrategia empresarial, desvela los principios que forjaron el imperio inmobiliario de Trump y que, posteriormente, lo catapultaron a la presidencia de los Estados Unidos.
Si bien la adquisición del libro, disponible en plataformas como Amazon por 443 pesos, ofrece una inmersión completa en la filosofía Trump, a continuación, desgranamos los cinco pilares fundamentales que sustentan su peculiar arte de la negociación, claves para entender por qué actúa como lo hace y, quizás, para aplicar algunas de sus tácticas en nuestras propias vidas.
El primero de estos pilares es "Pensar en grande". Trump defiende la importancia de la ambición desmedida, de visualizar objetivos audaces y perseguirlos con tenacidad. No se trata de conformarse con lo mediocre, sino de aspirar a la excelencia, incluso a lo imposible. Esta mentalidad, si bien puede parecer arrogante, es la que le ha permitido materializar proyectos que muchos consideraban irrealizables.
En segundo lugar, destaca la "Promoción incansable". Trump es un maestro de la autopromoción, consciente del poder de la imagen y la comunicación. No teme a la controversia, al contrario, la utiliza como herramienta para mantenerse en el centro de atención. Su presencia constante en los medios, sus declaraciones incendiarias y su estilo provocador, le han granjeado una notoriedad inigualable, convirtiéndolo en una figura omnipresente en el imaginario colectivo.
El tercer pilar es la "Posición de fuerza". Trump aboga por negociar desde una posición de dominio, mostrando seguridad y determinación. Su estrategia se basa en la premisa de que la debilidad invita al abuso y que, para obtener resultados favorables, es necesario proyectar una imagen de poder. Esta táctica, sin embargo, puede resultar contraproducente si se lleva al extremo, generando resistencias y dificultando la construcción de relaciones a largo plazo.
El cuarto pilar es el "Arte del acuerdo". Para Trump, la negociación es un juego en el que el objetivo es obtener el máximo beneficio posible. No se trata de buscar soluciones equitativas, sino de maximizar las propias ganancias, incluso a costa de las contrapartes. Esta visión, si bien puede ser efectiva en el corto plazo, puede erosionar la confianza y dificultar la colaboración futura.
Finalmente, el quinto pilar es la "Ejecución implacable". Una vez alcanzado un acuerdo, Trump se centra en su ejecución sin vacilaciones. Su enfoque pragmático y su capacidad para superar obstáculos le permiten llevar a cabo proyectos complejos y alcanzar resultados concretos. Sin embargo, esta determinación puede, en ocasiones, derivar en una falta de flexibilidad y una tendencia a ignorar las consecuencias a largo plazo.
En definitiva, el estilo negociador de Donald Trump es un cóctel explosivo de ambición, autopromoción, agresividad y pragmatismo. Un estilo que, si bien le ha reportado grandes éxitos, también ha generado controversia y enemistades. ¿Es su método replicable? ¿Es ético? La respuesta, como casi todo en la vida, no es sencilla. Lo que sí es innegable es que Trump, con su peculiar "arte de la negociación", ha dejado una huella indeleble en el mundo empresarial y político.
Fuente: El Heraldo de México