El culebrón entre Gabriel Soto e Irina Baeva suma un nuevo capítulo, y la trama se complica. Tras la explosiva revelación de Irina sobre las infidelidades del actor como detonante de su separación, los medios de comunicación, cual jauría tras la presa, no han tardado en desenterrar nuevos detalles. "Venga la Alegría", siempre al pie del cañón, ha conseguido una fuente cercana a la actriz rusa que ha avivado aún más el fuego. Según esta fuente, Irina no solo habría descubierto mensajes comprometedores, sino toda una red de conversaciones de Soto con diversas mujeres, entre las que destaca la influencer Brenda Zambrano. Imaginen la escena: Irina, con el corazón roto, revisando el teléfono de su pareja y encontrándose con un ir y venir de emojis, invitaciones a salir… ¡Un verdadero drama de telenovela!

Y es que, al parecer, Gabriel no se limitaba a simples "likes". La fuente afirma que el actor reaccionaba efusivamente a las historias de Zambrano, lanzando indirectas y propuestas que, según parece, nunca obtuvieron respuesta. Esto nos lleva a preguntarnos: ¿era Soto un Don Juan digital, coleccionando rechazos virtuales? ¿O acaso Brenda, astutamente, ignoraba sus avances, evitando así ser parte del escándalo? Sea como fuere, la revelación ha puesto a la influencer en el ojo del huracán.

Brenda, por su parte, no ha permanecido callada. Con la maestría en redes sociales que la caracteriza, ha respondido con una serie de historias en Instagram que, si bien no mencionan directamente a Soto, parecen estar cargadas de indirectas. Mensajes enigmáticos sobre "exs" y situaciones similares a las descritas por la fuente de "Venga la Alegría" han desatado una ola de especulaciones entre sus más de cinco millones de seguidores. ¿Estará jugando al despiste? ¿O simplemente aprovechando el momento para generar controversia y aumentar su visibilidad?

El caso es que Brenda, curtida en realities como "Acapulco Shore", "La venganza de los ex" y "Guerreros", sabe cómo manejar la atención mediática. Y esta vez, con un escándalo de tal calibre, no iba a ser menos. Su silencio inicial, seguido de estas publicaciones crípticas, ha generado una expectación enorme. ¿Decidirá finalmente romper su silencio y contar su versión de la historia? ¿O preferirá mantener la ambigüedad, dejando que las conjeturas sigan alimentando el morbo del público?

Mientras tanto, Gabriel Soto guarda silencio, refugiado tras un muro de discreción. ¿Estará preparando su defensa? ¿O simplemente esperando a que la tormenta mediática amaine? Lo cierto es que, con cada nuevo detalle que sale a la luz, la imagen del galán de telenovelas se desdibuja un poco más, dejando al descubierto una faceta menos romántica y más controvertida.

Este culebrón, lejos de terminar, parece estar solo en su primer acto. La intriga se mantiene, las preguntas sin respuesta se acumulan, y el público, ávido de nuevos giros argumentales, espera con impaciencia el siguiente capítulo. ¿Quién será el próximo en hablar? ¿Qué nuevas revelaciones nos deparará este enredo amoroso? Solo el tiempo lo dirá. Mientras tanto, las redes sociales arden, los medios de comunicación se frotan las manos, y el nombre de Gabriel Soto, antes sinónimo de romanticismo, se convierte en sinónimo de escándalo.