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11 de abril de 2025 a las 18:40
ARA: Agave certificado, doble garantía.
La industria tequilera, un símbolo de México en el mundo, no solo se preocupa por la calidad de su bebida emblemática, sino también por el futuro del planeta. En un esfuerzo conjunto por preservar el paisaje agavero y minimizar su huella ecológica, la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (SEMADET) y el Consejo Regulador del Tequila (CRT) han renovado su compromiso con la certificación Agave Responsable Ambiental (ARA). Este acuerdo, que nació en el seno de la COP25 en Madrid, representa un paso firme hacia la sostenibilidad en la producción de tequila, protegiendo el origen y el futuro de esta bebida espirituosa.
Imaginen extensos campos de agave azul bajo el sol jalisciense, no solo como fuente de una bebida icónica, sino también como un ejemplo de agricultura responsable. Con la renovación del convenio ARA, se refuerza el compromiso de cuidar el ecosistema tequilero, desde la planta hasta la botella. No se trata solo de producir tequila, sino de hacerlo de una manera que respete y proteja la tierra que lo nutre.
Las cifras hablan por sí solas: 402 millones de plantas de agave, cultivadas en más de 121 mil hectáreas por 15 mil productores, se encuentran bajo la certificación ARA. Esto se traduce en más de 1.8 millones de litros de Tequila ARA, un tequila que no solo deleita el paladar, sino que también lleva consigo el sello de la responsabilidad ambiental. Cada sorbo de este tequila representa el esfuerzo conjunto de una industria comprometida con la sostenibilidad.
El programa ARA es solo la punta del iceberg. La industria tequilera ha emprendido un camino ambicioso hacia la sostenibilidad, implementando Buenas Prácticas Agrícolas que optimizan el uso del agua y la energía, minimizando la generación de residuos y fomentando la economía circular. Se trata de un enfoque integral que busca reducir el impacto ambiental en cada etapa del proceso productivo, desde el cultivo del agave hasta el envasado del tequila.
El cuidado del agua y los suelos es esencial para la prosperidad de la industria tequilera. Estos recursos, vitales para el cultivo del agave, son también la base de la economía y el orgullo de Jalisco. La renovación del convenio ARA no solo protege el medio ambiente, sino que también asegura la continuidad de una industria que genera empleos, inversión y un producto que representa a México en el mundo. Es una apuesta por el futuro, un compromiso con las generaciones venideras, para que puedan seguir disfrutando del tequila y de la belleza del paisaje agavero.
Este compromiso conjunto entre el gobierno y la industria tequilera demuestra que es posible conciliar el desarrollo económico con la protección del medio ambiente. La certificación ARA es un ejemplo inspirador para otras industrias, un modelo a seguir para lograr un futuro más sostenible. El tequila, un símbolo de México, se convierte así en un embajador de la responsabilidad ambiental, llevando consigo un mensaje de esperanza y compromiso con el planeta.
Fuente: El Heraldo de México