
11 de abril de 2025 a las 15:55
Americano abandona cuerpo de esposa en Juárez
La tragedia tiñó de rojo la frontera entre El Paso y Ciudad Juárez. Un macabro secreto, oculto en la cajuela de un automóvil, cruzó la línea divisoria entre dos naciones, dejando al descubierto la brutalidad de un crimen que conmociona a ambos lados del Río Bravo. Jorge Marez Raygoza, un hombre de 47 años, ahora enfrenta la justicia estadounidense, acusado de arrebatarle la vida a su esposa, Coral Cifuentes, en un acto de violencia que ha dejado una profunda herida en la comunidad.
El periodista Reynaldo Lara, quien ha seguido de cerca el caso, ha revelado detalles escalofriantes sobre la cronología de los hechos. Según su investigación, Marez Raygoza, tras cometer el feminicidio en El Paso, Texas, emprendió una huida desesperada hacia México, llevando consigo el cuerpo sin vida de su esposa en la cajuela de su vehículo. La frontera, habitualmente un hervidero de actividad comercial y turística, se convirtió en el escenario de una fuga silenciosa, un intento desesperado por evadir la justicia.
La información recabada por Lara indica que Marez Raygoza logró cruzar la frontera sin ser detectado por la Guardia Nacional. Un fallo en los controles de seguridad, una casualidad macabra o una planificación meticulosa, lo cierto es que el vehículo, con su terrible carga, penetró en territorio mexicano sin levantar sospechas. El destino final del cuerpo fue el Periférico Camino Real, en Ciudad Juárez, a la sombra de la imponente Sierra de Juárez, un lugar desolado que se convirtió en la última morada de Coral Cifuentes.
El hallazgo del cuerpo, el pasado 22 de marzo, desató una ola de indignación y consternación. La noticia corrió como la pólvora a través de los medios de comunicación y las redes sociales, generando una cascada de reacciones que exigían justicia para Coral. Las autoridades mexicanas, tras identificar el cuerpo, iniciaron una investigación que rápidamente apuntó hacia Jorge Marez Raygoza como el principal sospechoso.
Tres largas semanas de angustia e incertidumbre culminaron con la detención de Marez Raygoza en El Paso, Texas. La colaboración entre las autoridades mexicanas y estadounidenses fue clave para lograr su captura y ponerlo a disposición de la justicia. Ahora, recluido en una cárcel de El Paso, espera el juicio que determinará su sentencia.
El móvil del feminicidio sigue siendo un enigma. Las autoridades mantienen un hermetismo absoluto sobre las posibles causas que llevaron a Marez Raygoza a cometer semejante acto de barbarie. ¿Un arranque de celos? ¿Problemas económicos? ¿Una espiral de violencia doméstica? Las preguntas sin respuesta se acumulan, mientras la comunidad espera ansiosa el esclarecimiento de los hechos.
Este caso, que ha trascendido las fronteras, nos recuerda la vulnerabilidad de las mujeres ante la violencia machista. La muerte de Coral Cifuentes es un grito silencioso que nos interpela a todos, un llamado a la reflexión sobre la necesidad de construir una sociedad más justa e igualitaria, donde las mujeres puedan vivir libres de miedo y violencia. La justicia para Coral es un imperativo moral, una deuda pendiente que debemos saldar como sociedad.
Fuente: El Heraldo de México