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11 de abril de 2025 a las 12:20

Acapulco seguro: Freno al halconeo

La creciente ola de violencia que azota las colonias de la zona poniente de Acapulco, como La Mira, Potrerillo, Palomares y Mozimba, ha generado una profunda inquietud entre sus habitantes. El miedo se ha instalado en las calles, obligando a la suspensión de rutas de transporte público y al adelanto del periodo vacacional en las escuelas. La vida cotidiana se ha visto alterada, transformada por la sombra de la inseguridad. Ante este panorama desolador, las autoridades han decidido tomar cartas en el asunto. En una operación sin precedentes, elementos del Mando Especial de la Guardia Nacional en Acapulco (MEGNA) y del Ejército Mexicano, han desplegado el operativo Relámpago, una acción contundente que busca devolver la tranquilidad a estas zonas antes consideradas impenetrables.

El operativo Relámpago no se limita a una simple demostración de fuerza, sino que se enfoca en desmantelar la sofisticada red de vigilancia clandestina que los grupos delictivos han implementado en la zona. Dieciséis cámaras de videovigilancia, colocadas estratégicamente en postes de luz, han sido desinstaladas. Estos "ojos" ilegales, que permitían a los criminales monitorear los movimientos de las fuerzas del orden y de la población en general, representaban una grave amenaza para la seguridad. La desactivación de estas cámaras es un golpe certero a la capacidad operativa de estos grupos, limitando su control sobre el territorio y dificultando sus actividades ilícitas.

El hallazgo de estas "cámaras parásitas", como las han denominado las autoridades, evidencia la audacia y el nivel de organización de la delincuencia. Su ubicación en postes de luz, bienes públicos, demuestra un descarado desafío a la autoridad y una preocupante capacidad de infiltrarse en la infraestructura urbana. La meticulosidad con la que se llevó a cabo el operativo Relámpago, permitió ubicar y retirar estos dispositivos en lugares como la calle Fortín Álvarez, en el barrio de Las Crucitas, y la avenida Granjas, en la colonia Mozimba, zonas consideradas de alta incidencia delictiva.

Este operativo se enmarca dentro de una estrategia integral de seguridad que se despliega en los 146 cuadrantes donde el MEGNA tiene presencia en Acapulco. Se trata de un esfuerzo coordinado que busca no solo reaccionar ante los hechos violentos, sino también prevenirlos y desarticular las estructuras criminales que los generan. Las autoridades han reconocido la complejidad del problema y la necesidad de un abordaje multifactorial.

La violencia en estas colonias no es un fenómeno aislado, sino el resultado de un reacomodo interno de los grupos delictivos tras la detención de algunos de sus líderes. Esta lucha por el control del territorio ha generado una escalada de violencia que afecta directamente a la población. Ante esta situación, la Mesa de Paz en Guerrero ha acordado reforzar la presencia de la Guardia Nacional, utilizar la inteligencia para combatir el crimen y mejorar la coordinación entre las diferentes instancias de seguridad, incluyendo al Ejército Mexicano, la policía estatal, la Fiscalía General del Estado y la Marina Armada de México.

La desinstalación de las cámaras de vigilancia clandestinas es un paso importante en la lucha contra la delincuencia en Acapulco, pero no es la solución definitiva. Se requiere un compromiso sostenido de las autoridades, una estrategia integral que aborde las causas de la violencia y la participación activa de la sociedad para recuperar la paz y la tranquilidad en estas zonas. El operativo Relámpago es una señal de que el Estado está presente y dispuesto a combatir la inseguridad, pero el camino hacia la paz es largo y requiere del esfuerzo conjunto de todos. La esperanza reside en que estas acciones sean el inicio de una nueva etapa para las colonias de la zona poniente de Acapulco, una etapa donde la seguridad y la tranquilidad vuelvan a ser la norma.

Fuente: El Heraldo de México