En un emotivo acto que marca un hito en el sistema penitenciario mexicano, se ha inaugurado en el Centro de Reinserción Social Femenil de Escobedo, Nuevo León, un innovador Espacio de Maternidad. Este proyecto, impulsado por Mariana Rodríguez Cantú, al frente de AMAR a Nuevo León y la Agencia de Administración Penitenciaria del Estado, en conjunto con la organización Reinserta, busca brindar un ambiente seguro, digno y libre de violencia para las madres privadas de su libertad y sus hijos.

La creación de este espacio no solo responde a una necesidad apremiante, sino que representa un cambio de paradigma en la forma en que se aborda la maternidad en el contexto de la reclusión. Se reconoce el derecho fundamental de las mujeres a criar a sus hijos en un entorno propicio para su desarrollo, así como el derecho de los niños a crecer junto a sus madres, fortaleciendo el vínculo afectivo esencial en los primeros años de vida. Rodríguez Cantú, con la sensibilidad que la caracteriza, ha destacado la importancia de que estas mujeres, a pesar de su situación legal, puedan ejercer su maternidad de la mejor manera posible. Su mensaje, cargado de empatía y compromiso, ha resonado con fuerza, recordándonos que la maternidad es un pilar fundamental de la sociedad y que debe ser protegida y apoyada en todas las circunstancias.

La colaboración con Reinserta, organización con una amplia trayectoria en la defensa de los derechos de las personas privadas de libertad, ha sido crucial para la materialización de este proyecto. Saskia Niño de Rivera, cofundadora de la organización, ha recordado el trágico motín del Topo Chico como un punto de inflexión que impulsó la creación de este espacio, un símbolo de esperanza y un recordatorio de la importancia de dignificar la vida de las mujeres y los niños que se encuentran dentro del sistema penitenciario.

El Espacio de Maternidad, con capacidad para albergar a 14 mujeres y sus hijos, cuenta con una Bebeteca anexa, un lugar donde las madres, con el apoyo del equipo de Reinserta, pueden acompañar el crecimiento de sus pequeños en un ambiente de amor, calidez y respeto. Este espacio, diseñado pensando en las necesidades específicas de las madres y sus hijos, ofrece una oportunidad invaluable para romper el ciclo de la violencia y la marginalización, brindando a las nuevas generaciones un comienzo digno y esperanzador.

La inauguración de este centro, el primero a nivel estatal en México, no solo es un logro para Nuevo León, sino un ejemplo para el resto del país. Es una muestra tangible de que es posible construir un sistema penitenciario más humano, que respete los derechos de las mujeres y la infancia, y que promueva la reinserción social a través del fortalecimiento de los lazos familiares. La presencia de diversas autoridades estatales en el evento, como Martha Herrera González, Secretaria de Igualdad e Inclusión, y Gloria Bazán Villarreal, Directora General del DIF Nuevo León, reafirma el compromiso del gobierno con esta iniciativa y la importancia de trabajar de manera conjunta para lograr un impacto positivo en la vida de las mujeres y los niños en situación de vulnerabilidad. Este es un paso firme hacia un futuro más justo e inclusivo, donde la maternidad sea valorada y protegida en todas sus formas.