La tragedia en el Festival AXE Ceremonia 2025 continúa revelando detalles desgarradores. Nuevas voces se suman al coro de testimonios que apuntan a la posibilidad de que Berenice Giles Rivera y Miguel Ángel Rojas Hernández, los jóvenes fotógrafos de la FES Aragón, hayan perdido la vida de manera instantánea tras el impacto de la estructura metálica. La imagen de dos jóvenes llenos de vida, persiguiendo su pasión por la fotografía en un evento musical, contrasta brutalmente con el escenario de dolor y confusión que se vivió aquel fatídico sábado.

El testimonio del hombre que ayudó a levantar la estructura es particularmente impactante. Sus palabras, cargadas de crudeza y emotividad, describen una escena caótica donde la urgencia por ayudar se mezcla con la impotencia ante la evidente gravedad de la situación. “Se me revolvió el estómago”, confiesa, una frase que resume el horror vivido por quienes presenciaron el accidente. La imagen de varias personas luchando por levantar la pesada estructura, con la esperanza de encontrar con vida a Berenice y Miguel, es un testimonio de la solidaridad humana en medio del caos.

La llegada de los paramédicos, según el testigo, solo confirmó lo inevitable. La búsqueda de un pulso, un signo de vida, fue en vano. "Era evidente que ya no seguían con vida", sentencia, palabras que resuenan con la fuerza de una dolorosa realidad. La decisión de cubrir la escena, de impedir que se tomaran fotografías, abre interrogantes sobre el manejo de la situación por parte de los organizadores del evento. ¿Fue una medida para proteger la sensibilidad de los presentes? ¿O un intento por controlar la narrativa de la tragedia?

La discrepancia entre los testimonios y la información oficial del IMSS-Bienestar, que indica que los jóvenes llegaron al hospital sin signos vitales, añade otra capa de complejidad al caso. Si Berenice y Miguel ya habían fallecido en el Parque Bicentenario, ¿por qué fueron trasladados en ambulancia? ¿Se siguió el protocolo adecuado en una situación de esta magnitud? Estas son preguntas que la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México debe responder con la mayor transparencia y celeridad.

Más allá de las investigaciones oficiales, la tragedia deja una profunda herida en la comunidad universitaria y en el gremio periodístico. Berenice y Miguel, dos jóvenes con un futuro prometedor, se convirtieron en víctimas de un accidente cuyas causas aún se desconocen. La incertidumbre sobre lo sucedido, la falta de claridad en la información oficial, y la multiplicidad de testimonios, alimentan la indignación y el dolor de quienes exigen justicia y respuestas.

La investigación de la Fiscalía debe ir más allá de determinar el momento exacto del fallecimiento. Es crucial esclarecer las causas del colapso de la estructura metálica. ¿Se cumplieron las normas de seguridad? ¿Hubo negligencia por parte de los organizadores o de la empresa encargada del montaje? Responder a estas preguntas es fundamental para evitar que una tragedia similar se repita en el futuro. La memoria de Berenice y Miguel, y la tranquilidad de sus familias y amigos, exigen una investigación exhaustiva y transparente. El futuro de la seguridad en eventos masivos depende de ello.