La noche prometía ser mágica en Ciudad Universitaria. La afición rugía, impulsando a sus Pumas hacia las semifinales de la Concachampions, un paso más cerca del anhelado encuentro contra el Inter Miami de Messi. El empate 1-1 al medio tiempo, tras el gol de Guillermo Martínez que contrarrestó el inicial de Berhalter, mantenía viva la llama de la esperanza. El estadio vibró con el gol de Pusseto al minuto 88, un rugido que se sintió en toda la capital. La clasificación parecía asegurada, el sueño del duelo contra el astro argentino a punto de hacerse realidad. Dos minutos. Tan solo dos minutos separaban a Pumas de la gloria continental. Dos minutos que se convirtieron en una eternidad. Dos minutos que bastaron para que el Vancouver Whitecaps, con un gol agónico de Tristan Blackmon en el 90+3, silenciara el estadio y destrozara las ilusiones de miles de aficionados. El 2-2 final, con el criterio del gol de visitante en contra, fue una daga en el corazón Puma.

De la euforia al desconsuelo, de la esperanza a la cruda realidad. La eliminación dejó una herida profunda en la afición universitaria, una herida que se manifestó con furia en las redes sociales. Los memes, implacables, inundaron el ciberespacio, recordando una y otra vez el fatídico desenlace. Las burlas no se hicieron esperar, incluso de sus acérrimos rivales. El dolor de la derrota se mezcló con la indignación por la forma en que se produjo, con un gol en el último suspiro que dejó a Pumas con la miel en los labios.

El video del niño, con su desgarrador llanto y su frase “¡Esos Pumas no sirven pa’ nada!”, se convirtió en el triste epítome de la noche. Un reflejo del sentimiento de impotencia y frustración que embargaba a la afición. Su desconsolada imagen resonó en miles de hogares, un eco del dolor compartido por una hinchada que vio cómo sus sueños se esfumaban en un abrir y cerrar de ojos.

Más allá de los memes y las burlas, la eliminación deja interrogantes sobre el futuro del equipo. ¿Cómo se recuperarán anímicamente de este golpe? ¿Podrán aprender de los errores cometidos? El rendimiento de jugadores clave como Caicedo y Leo Suárez, señalados por la afición en redes sociales, también estará bajo la lupa. El camino a la recuperación será largo y arduo, pero la historia de Pumas está llena de momentos de adversidad superados. La afición, a pesar del dolor, seguirá alentando, esperando que este trago amargo sirva como impulso para un futuro más glorioso. Por ahora, solo queda lamer las heridas y prepararse para los próximos desafíos. El sueño de enfrentar a Messi tendrá que esperar.