La Cuaresma se acerca a pasos agigantados, y con ella, el antojo irresistible por los sabores del mar. Si bien La Nueva Viga, ese coloso de mariscos que desde los 90s ha abastecido a la capital con montañas de camarones, pulpos, ostras y langostas, es una opción clásica, ¿por qué no aventurarse a descubrir nuevos horizontes culinarios? Les propongo un viaje al corazón de la Benito Juárez, a un paraíso tropical escondido entre la vorágine citadina: el Mercado San Pedro de los Pinos.

Olvídense de las multitudes y los precios exorbitantes. Este mercado, un verdadero tesoro escondido entre Tacubaya, Mixcoac y la Nápoles, ofrece una experiencia gastronómica única, accesible y llena de sabor. Imaginen un festín de mariscos frescos, preparados con el sazón inigualable de la cocina mexicana, a precios que no vaciarán sus bolsillos. ¿Suena bien, verdad?

Desde finales de la década de 1950, este mercado ha sido un punto de encuentro para los amantes de la buena comida. Su arquitectura, con ese característico techo industrial en forma de diente de sierra, y sus vibrantes murales, son un preámbulo a la explosión de sabores que les espera en su interior. Con 14 restaurantes, 11 de ellos especializados en delicias del mar, la oferta es tan amplia como tentadora.

¿Se les antoja un caldo de camarones humeante para combatir el frío? ¿O prefieren un aguachile picante que despierte sus sentidos? ¿Quizás unos filetes de pescado a la plancha, bañados en una salsa cremosa de mariscos? Las opciones son infinitas, y cada platillo es una oda a la frescura y la calidad.

Pero el Mercado San Pedro de los Pinos es mucho más que un paraíso para los amantes de los mariscos. Aquí encontrarán también una amplia variedad de productos frescos, desde frutas y verduras hasta carnes y aves. Es el lugar perfecto para abastecer su despensa con ingredientes de primera calidad, y para inspirarse con nuevas ideas culinarias.

Llegar es facilísimo. Si vienen en coche, el Anillo Periférico les facilita el acceso. Si prefieren el transporte público, la estación de Metro San Pedro de los Pinos, de la línea 7, los deja a tan solo unos pasos de la entrada. Al salir de la estación, caminen por la Calle 9 y giren en la Avenida Dos. Allí, les espera un festín para los sentidos.

Así que ya lo saben, si esta Semana Santa buscan una experiencia gastronómica diferente, alejada del bullicio y los precios elevados, el Mercado San Pedro de los Pinos es la opción ideal. Un oasis de sabores tropicales en el corazón de la ciudad, esperando ser descubierto. No se lo pierdan.