
10 de abril de 2025 a las 12:45
Falta de empatía: ¿Todo está bien?
La vorágine diaria nos absorbe. Corremos de un lado a otro, inmersos en nuestros pensamientos, con la mirada fija en la pantalla del móvil, ajenos a las pequeñas tragedias que se desarrollan a nuestro alrededor. ¿Cuántas veces hemos cruzado junto a alguien que necesitaba una palabra, un gesto, una mirada de verdadera conexión? ¿Cuántas veces, en la oficina, ese espacio que se convierte en nuestro segundo hogar, hemos ignorado las señales silenciosas de un compañero que se debate en su propia lucha interna? La obra "Todo está bien", protagonizada por Juan Carlos Medellín, nos enfrenta a esta incómoda realidad, utilizando la comedia negra como un bisturí que disecciona la fría burocracia que rodea incluso al acto más desesperado: el suicidio.
La historia nos presenta a Hernández, a punto de tomar una decisión irreversible, mientras sus compañeros, ciegos a su dolor, continúan con la rutina laboral. Medellín, quien interpreta a García, un químico que trabaja en una empresa de pesticidas, nos explica cómo la obra se convierte en un cuestionamiento profundo sobre la existencia humana. A través de la interacción de los personajes, se explora la frialdad del protocolo, la incomprensión, la búsqueda de respuestas desde la ciencia, la religión e incluso desde la legalidad, representada por el personaje de Recursos Humanos. Todos intentan, a su manera, comprender lo incomprensible, pero lo hacen desde la superficie, sin llegar al verdadero núcleo del sufrimiento de Hernández.
"Todo está bien" no se limita a retratar la tragedia individual, sino que pone el dedo en la llaga del sistema, que ante la muerte, responde con formularios y procedimientos, deshumanizando el dolor. La comedia negra se convierte en una herramienta poderosa para confrontar al espectador con su propia indiferencia. La risa, en este contexto, no es una evasión, sino una invitación a la reflexión, una forma de romper el hielo y abrir el diálogo sobre un tema tabú.
Medellín, con la pasión que lo caracteriza, nos invita a redescubrir la magia del teatro. En un mundo hiperconectado, donde las pantallas nos mantienen en un estado de constante distracción, el teatro nos ofrece la oportunidad de desconectarnos del ruido exterior y sumergirnos en una historia, de conectar con las emociones de los personajes y, quizás, con nuestras propias emociones. "Todo está bien" es una propuesta inteligente y accesible, una demostración de que el teatro puede abordar temas complejos con humor y sensibilidad. No se trata solo de pasar un rato agradable, sino de vivir una experiencia que nos remueva, que nos interpele y nos deje pensando mucho después de que haya caído el telón. Las funciones se llevan a cabo en el Teatro Orientación del Centro Cultural del Bosque, con un precio accesible de 150 pesos, una oportunidad única para reencontrarnos con el arte y con nosotros mismos. Hasta el 27 de abril, de miércoles a domingo, la invitación está abierta. ¿Te atreves a mirar más allá de la pantalla y conectar con la vida que palpita en el escenario?
Fuente: El Heraldo de México