
10 de abril de 2025 a las 17:20
Estrella colombiana fallece a los 47
El fútbol colombiano está de luto. La inesperada partida de Jorge Eladio Bolaños Correa ha dejado un vacío profundo en el corazón de la afición. Un hombre que dedicó su vida al deporte rey, desde las canchas polvorientas de su natal Santa Marta hasta los estadios imponentes de Europa, nos ha dicho adiós de forma repentina. La noticia, como un rayo en la serenidad de un domingo familiar, ha conmocionado a todos. Las imágenes de Bolaños disfrutando de la celebración con sus seres queridos, horas antes de la tragedia, contrastan con la tristeza que hoy embarga al país. Esas mismas imágenes, ahora, son un testimonio de la fragilidad de la vida, un recordatorio de que cada momento debe ser atesorado.
La Federación Colombiana de Fútbol, con el pesar que embarga a toda la institución, ha expresado sus condolencias a la familia. El comunicado oficial, con palabras cargadas de dolor, reconoce la trayectoria impecable de Bolaños, no solo como jugador, sino también como persona. Un profesional dentro y fuera de la cancha, un ejemplo para las nuevas generaciones de futbolistas.
La incertidumbre rodea las causas del fallecimiento. Si bien todo apunta a un paro cardíaco, las autoridades aún no han emitido un informe oficial. A la espera de la confirmación, los aficionados se aferran a los recuerdos de sus gambetas, sus pases precisos y su entrega incondicional en cada partido.
Recordamos sus inicios en el Junior de Barranquilla, donde deslumbró con su talento innato. Un mediocampista con visión de juego, capaz de orquestar ataques letales y recuperar balones con la misma eficacia. Su desempeño excepcional lo llevó a vestir la camiseta de la Selección Colombia, un sueño cumplido para cualquier futbolista.
Bolaños, con la tricolor en el pecho, disputó 34 partidos, dejando una huella imborrable en la historia del fútbol colombiano. Participó en eventos de renombre mundial como la Copa del Mundo de Francia 98, la Copa América de Paraguay 99 y la Copa Oro de Estados Unidos 2000, demostrando su calidad en los escenarios más exigentes.
Su talento lo llevó a cruzar el Atlántico, donde jugó en la Serie A italiana, defendiendo los colores de equipos como el Parma, la Sampdoria, el Lecce y el Modena. En Italia, Bolaños se consolidó como un jugador de talla internacional, compitiendo contra algunos de los mejores futbolistas del mundo.
Tras su paso por el fútbol europeo, regresó a Colombia para jugar en el Cúcuta Deportivo, el club donde finalmente colgaría las botas en el 2013. Su regreso al país fue un gesto de amor a su tierra, una muestra de su compromiso con el fútbol colombiano.
Más allá de los títulos y las estadísticas, Jorge Bolaños será recordado como un hombre humilde, un compañero leal y un profesional ejemplar. Su legado trasciende lo deportivo, inspirando a jóvenes futbolistas a perseguir sus sueños con pasión y dedicación.
La partida de Bolaños nos deja un profundo dolor, pero también una invaluable lección: la importancia de vivir cada día al máximo, de valorar a nuestros seres queridos y de dejar una huella positiva en el mundo. Su recuerdo permanecerá vivo en la memoria de quienes tuvimos el privilegio de verlo jugar y de conocer su calidad humana. Que descanse en paz, Jorge Eladio Bolaños Correa, un ídolo del fútbol colombiano que vivirá por siempre en nuestros corazones.
Fuente: El Heraldo de México