
10 de abril de 2025 a las 19:30
Drama en el Jet Set: La lucha de una sobreviviente
La tragedia en Jet Set: una noche de salsa convertida en pesadilla
La música resonaba en el Jet Set, el ritmo contagioso de la salsa dominicana llenaba el aire. Para Carwin Molleja, percusionista venezolano de 32 años, la noche prometía ser especial. Tras tres largos años, su madre, ferviente admiradora de Rubby Pérez, finalmente lo visitaba en República Dominicana, y qué mejor ocasión para reunirse que un concierto del ídolo en la famosa discoteca. Carwin, con ocho años de residencia en el país, había logrado incluso conocer personalmente a Rubby y conseguir pases para el espectáculo. La alegría se desbordaba, compartiendo la velada con su amiga Jessica y su hermana.
Alrededor de la 1:00 a.m. del fatídico martes 8 de abril, la música y el baile se vieron interrumpidos por un estruendo aterrador. Desde su posición, a la izquierda del escenario, Carwin presenció el horror: el techo de la discoteca se desplomaba sobre los músicos y el público. "Un sonido fuerte, como una explosión… cerré los ojos por instinto, abrazando a mi madre. Lo único que recuerdo son los gritos, mi madre preguntándome si estaba bien, yo a ella…", relata con voz entrecortada a la BBC.
La escena era dantesca: polvo, escombros, gritos de dolor y confusión. Carwin y su madre, golpeados por los escombros, perdieron sus lentes, pero afortunadamente no sufrieron heridas de gravedad. Sin embargo, la angustia se apoderó de Carwin al no encontrar a su amiga Jessica. "Las piedras eran enormes, me sentía impotente", recuerda con dolor. Tras poner a salvo a su madre, regresó a la discoteca, gritando desesperadamente el nombre de Jessica entre los escombros, mientras pedía auxilio a los paramédicos. La búsqueda se prolongó por horas, una agonizante espera que culminó con la terrible noticia: a las 7:00 p.m. el cuerpo de Jessica fue hallado entre los restos del techo colapsado.
La tragedia del Jet Set dejó un saldo de más de 120 vidas apagadas, entre ellas la del propio Rubby Pérez, el ídolo que había motivado la reunión familiar. "Anoche se suponía que me regalarías una foto hermosa con mi mamá", escribe Carwin en un conmovedor mensaje póstumo al artista. "Qué lamentable que la primera vez que mi madre te vio, haya sido también la última".
Carwin, quien frecuentaba Jet Set debido a su trabajo, recuerda haber asistido a un concierto del salsero Sexappeal una semana antes. Nunca notó ninguna falla en la estructura, ningún indicio de que el lugar fuera inseguro. Ahora, la alegría de la música se ha transformado en un silencio desgarrador, un recordatorio de la fragilidad de la vida y la importancia de garantizar la seguridad en los espacios públicos. La noche que prometía ser un emotivo reencuentro familiar, se convirtió en una pesadilla imborrable, marcada por la pérdida y el dolor. La tragedia del Jet Set deja una profunda herida en la comunidad dominicana y en la memoria de quienes, como Carwin, vivieron el horror en carne propia.
Fuente: El Heraldo de México