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10 de abril de 2025 a las 09:25

Domina tu tiempo y alcanza tus sueños.

La eterna disyuntiva: ¿el sueldo o la pasión? Muchos nos hemos enfrentado a esa pregunta, a ese susurro interno que nos cuestiona si estamos en el camino correcto, si el trabajo que nos da de comer también alimenta nuestra alma. Como comunicóloga, he vivido esa lucha en carne propia. Las advertencias bienintencionadas, el eco de un "¿de qué vas a vivir?", resonaban en mi cabeza mientras veía a mis amigos optar por la estabilidad, por la ruta segura, aunque a veces sus ojos reflejaran una silenciosa insatisfacción. Y es que, según datos de Computrabajo, más del 60% de los mexicanos trabajan por dinero, no por gusto. Una cifra que invita a la reflexión, a preguntarnos si la comodidad económica compensa la falta de propósito.

El camino del artista, del escritor, del emprendedor, del creativo, rara vez es lineal. Está lleno de retos, de incertidumbre, de momentos en los que la estabilidad financiera parece un espejismo lejano. Pero también está lleno de una satisfacción profunda, de un fuego interno que nos impulsa a seguir adelante. La psicología nos respalda: diversos estudios demuestran que un trabajo alineado con nuestros valores, con nuestro propósito, nos brinda un bienestar emocional que ningún salario puede comprar. Harvard Business Review lo confirma: la satisfacción laboral se traduce en mayor productividad, eficiencia e innovación.

Mi propia trayectoria ha sido un crisol de experiencias. Desde vender espacios publicitarios hasta coordinar la comunicación de una empresa, pasando por el emprendimiento en el mundo del tequila y la publicidad digital, he construido una carrera "proteica", en constante transformación, adaptándose a las circunstancias, pero siempre fiel a mis valores. He aprendido a equilibrar la necesidad de pagar las cuentas con la pasión por mis proyectos. No ha sido fácil, requiere paciencia, disciplina y una buena dosis de creatividad para sortear los obstáculos económicos.

Si te encuentras en esa encrucijada, si te debates entre la seguridad financiera y la persecución de tus sueños, quiero compartir contigo algunas estrategias que me han ayudado a navegar estas aguas:

  • Tus sueños, tu prioridad (aunque sea a pequeños sorbos): Dedícales tiempo, aunque sea poco. Cualquier avance, por mínimo que parezca, te mantendrá conectado con tu propósito.
  • Encuentra tu tribu: Rodéate de personas que compartan tus ideales, que te comprendan y te apoyen. Un entorno positivo es fundamental para mantener la motivación.
  • El arte del sacrificio (con medida): A veces, renunciar a ciertos gastos es necesario para invertir en nuestros sueños. No se trata de vivir en la austeridad, sino de priorizar lo que realmente importa.
  • Define tu mínimo vital: ¿Cuánto necesitas para vivir dignamente? Conocer esta cifra te permitirá tomar decisiones financieras más conscientes.
  • Diversifica tus ingresos: Explora diferentes fuentes de ingresos. Un trabajo estable puede ser la base que te permita desarrollar proyectos paralelos que te apasionen.
  • Protege tu energía: Decir "sí" a todo por dinero puede agotarte y alejarte de tus sueños. Establece límites y cuida tu energía para dedicarla a lo que realmente te llena.

En este viaje, recordé una frase que escribí hace tiempo y que resume mi filosofía de vida: "Vivir es entregarte a todo lo que te llama, es meterte en el tornado del existir y estar dispuesto a amanecer abrazado de una vaca o una estrella". Se trata de abrazar la incertidumbre, de seguir la llamada de nuestra pasión, con la convicción de que el camino, aunque sinuoso, nos llevará a donde debemos estar.

Fuente: El Heraldo de México