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10 de abril de 2025 a las 03:25
Caída fatal en último adiós
El silencio sepulcral que se esperaba en el cementerio Greenmount de Filadelfia se rompió no con llantos de duelo, sino con gritos de sorpresa y dolor. Lo que debía ser el último adiós a Benjamin Aviles se convirtió en una escena de caos e incredulidad cuando el suelo cedió bajo los pies de quienes portaban su féretro, precipitándolos al interior de la fosa. Imaginen la escena: el peso del ataúd, la tierra removida, el eco amplificado del golpe… un momento que quedará grabado a fuego en la memoria de todos los presentes.
Este trágico incidente nos obliga a preguntarnos: ¿cómo pudo ocurrir semejante desgracia? La familia de Aviles, aún conmocionada por la pérdida de su ser querido, ahora debe lidiar con la indignación y la frustración. Acusan a los trabajadores del cementerio de negligencia, argumentando que las tablas que cubrían la fosa no estaban debidamente aseguradas. Y no es para menos. Un acto tan delicado como el entierro de un ser querido requiere de la máxima profesionalidad y respeto. En este caso, la falta de previsión ha convertido un momento de dolor en una experiencia traumática.
Según testigos presenciales, la escena fue dantesca. Seis hombres, amigos y familiares del difunto, cayeron al interior de la tumba. Uno de ellos, hijo del propio Benjamin Aviles, quedó atrapado bajo el peso del ataúd, sufriendo heridas de consideración. Mientras el resto de los asistentes observaban con horror, se improvisaron esfuerzos para rescatar a los accidentados. La solemnidad del funeral se transformó en un operativo de rescate, con la angustia y la incertidumbre flotando en el aire.
El video del incidente, que rápidamente se viralizó en redes sociales, ha generado una ola de indignación. Muchos se preguntan cómo es posible que en un lugar como un cementerio, donde se supone que se cuida hasta el último detalle, pueda ocurrir un accidente de tal magnitud. La familia Aviles ha anunciado que presentará una denuncia formal contra el cementerio Greenmount, exigiendo responsabilidades por lo ocurrido. Buscan justicia, no solo por las lesiones físicas sufridas, sino también por el daño emocional causado por esta negligencia imperdonable.
Este incidente pone de manifiesto la importancia de la seguridad en todos los ámbitos, incluso en aquellos que parecen menos propensos a los accidentes. La previsión y el cumplimiento de las normas de seguridad son fundamentales para evitar tragedias como esta. El cementerio Greenmount, ahora bajo el escrutinio público, deberá responder por sus actos y tomar medidas para que un suceso tan lamentable no vuelva a repetirse. Mientras tanto, la familia Aviles continúa su duelo, con el peso añadido de la indignación y la búsqueda de justicia. Un último adiós que se transformó en una pesadilla, un recordatorio doloroso de la fragilidad de la vida y de la importancia de la responsabilidad en cada uno de nuestros actos.
Fuente: El Heraldo de México