En el intrincado tablero del sistema educativo mexicano, donde las piezas de los retos se entrelazan con las de las oportunidades, surge una nueva jugada, una apuesta audaz por el triunfo: MONITO. No se trata de una apuesta ingenua, ciega a las dificultades, sino de una apuesta informada, consciente de los obstáculos, pero firme en su convicción de que el potencial del sistema educativo mexicano es vasto y, sobre todo, realizable.

Apostar por alguien, o en este caso, por algo, que gane, implica un cambio de paradigma. No se centra en las carencias, sino en las posibilidades. No espera milagros, sino que invierte —confianza, recursos, tiempo— en el compromiso y el esfuerzo. Mexicanos Primero, con MONITO, apuesta por la corresponsabilidad, por la sinergia entre sociedad civil y autoridades educativas, no como entes aislados, sino como aliados en la construcción de un futuro educativo más sólido.

MONITO, lejos de ser una herramienta de fiscalización punitiva, se presenta como un aliado para los gestores públicos. Reconoce la necesidad de condiciones e incentivos adecuados para fortalecer la planeación y el monitoreo. No busca señalar fallas, sino ofrecer un instrumento útil para la mejora continua, transformando la rendición de cuentas en una oportunidad de aprendizaje y crecimiento.

El desarrollo de MONITO no ha sido un camino solitario. Tras bambalinas, un equipo comprometido ha trabajado incansablemente durante más de un año, en colaboración con personal de las secretarías estatales de educación. Desde la respuesta diligente a solicitudes de transparencia, hasta la actualización constante sobre los cambios en las estructuras administrativas, la construcción de MONITO ha sido un esfuerzo conjunto, una muestra palpable de que la colaboración es posible y, sobre todo, fructífera.

Si bien el panorama educativo no es perfecto, tampoco es desolador. MONITO, en su constante evolución, visibiliza tanto los retos como los avances. Se convierte en un espejo que refleja la realidad del sistema educativo, con sus luces y sus sombras, permitiendo a cualquier persona interesada acceder a la información y, a partir de ella, generar acciones concretas.

En un país donde a menudo la narrativa se centra en las dificultades, MONITO se erige como un faro de optimismo. Es la apuesta de Mexicanos Primero por la educación, una apuesta valiente en un contexto que demanda acciones audaces. Es una invitación a sumarse a esta apuesta, a encontrar nuestra propia forma de contribuir a la construcción de un sistema educativo que gane, que gane siempre. Porque la educación es la base sobre la que se construye el futuro, y un futuro sólido se construye sobre la base de una educación sólida. MONITO es una herramienta, una apuesta, una invitación. ¿Cuál es la tuya? Porque aprender importa, y apostar por la educación es apostar por el futuro.