
9 de abril de 2025 a las 23:05
Don Neto libre: ¿justicia o impunidad?
La historia del narcotráfico en México es una larga y compleja, llena de figuras controvertidas y episodios violentos. Uno de los nombres que resuena con fuerza en esta narrativa es el de Ernesto Fonseca Carrillo, "Don Neto", fundador del Cartel de Guadalajara, un grupo criminal que marcó un antes y un después en el paisaje del crimen organizado del país. Tras décadas de encierro y un proceso judicial que se extendió por años, Don Neto, a sus 95 años, ha alcanzado la libertad. Este hecho, ocurrido el pasado 5 de abril, abre un nuevo capítulo en su vida y reaviva el debate sobre la justicia, la impunidad y el legado del narcotráfico en México.
La noticia de su liberación, confirmada por un juez federal, ha generado una ola de reacciones encontradas. Para algunos, representa el fin de una era, el cierre de un ciclo que comenzó hace más de cuatro décadas. Para otros, sin embargo, la liberación de Don Neto plantea interrogantes sobre la eficacia del sistema judicial y la posibilidad de que la justicia, en ocasiones, llegue tarde. ¿Qué significa la libertad para un hombre que ha pasado gran parte de su vida tras las rejas, un hombre cuya figura está inextricablemente ligada a la violencia y al tráfico de drogas?
La trayectoria de Ernesto Fonseca Carrillo es un reflejo de la evolución del narcotráfico en México. Desde sus inicios en el Cartel de Guadalajara, junto a figuras como Rafael Caro Quintero, "el narco de narcos", Don Neto fue testigo y protagonista de la transformación del crimen organizado, desde operaciones relativamente pequeñas hasta la conformación de poderosos cárteles que extendieron sus tentáculos por todo el país e incluso más allá de sus fronteras.
El Cartel de Guadalajara, bajo el liderazgo de Fonseca Carrillo, Caro Quintero y Miguel Ángel Félix Gallardo, se convirtió en una pieza clave en la configuración del narcotráfico moderno. Su influencia se extendió por todo el territorio nacional y sentó las bases para el surgimiento de los cárteles que hoy en día dominan el escenario criminal. La historia de esta organización está marcada por la violencia, la corrupción y la impunidad, elementos que han caracterizado al narcotráfico en México durante décadas.
La liberación de Don Neto, a pesar de haber cumplido su condena por delitos contra la salud, no borra su pasado ni las consecuencias de sus actos. Su nombre seguirá asociado a una época oscura de la historia de México, un periodo en el que el narcotráfico se consolidó como una fuerza poderosa y desestabilizadora. El debate sobre su figura y su legado seguramente continuará, alimentando la reflexión sobre las complejas raíces del crimen organizado y la necesidad de construir un futuro más justo y seguro para todos los mexicanos.
El hecho de que Don Neto llevara su proceso en libertad condicional dentro del Fraccionamiento Hacienda del Valle en Atizapán, Estado de México, también plantea preguntas sobre las condiciones en las que algunos individuos, a pesar de estar acusados de delitos graves, pueden acceder a ciertos privilegios. Este aspecto, sin duda, contribuye a la percepción de desigualdad ante la ley y alimenta la desconfianza en las instituciones.
Finalmente, la avanzada edad de Don Neto, 95 años, añade otro elemento a la complejidad del caso. ¿Qué significa la justicia para un hombre que se encuentra en el ocaso de su vida? ¿Es la prisión la única forma de reparar el daño causado? Estas son preguntas que no tienen respuestas fáciles y que nos obligan a reflexionar sobre el significado de la justicia, la redención y el papel del sistema penal en una sociedad marcada por la desigualdad y la violencia. El caso de Ernesto Fonseca Carrillo, sin duda, seguirá generando debate y controversia en los años venideros.
Fuente: El Heraldo de México