
9 de abril de 2025 a las 09:10
Domina el Ring: Boxeo para Multitudes
El boxeo mexicano, un deporte que históricamente ha dado gloria y orgullo a nuestro país, se encuentra en una encrucijada. La reciente "clase masiva" de boxeo en el Zócalo, encabezada por leyendas como Julio César Chávez, Marco Antonio Barrera, "Pitbull" Cruz, Óscar de la Hoya y "Manos de Piedra" Durán, ha generado un debate sobre cómo impulsar verdaderamente este deporte y combatir las adicciones.
Si bien la iniciativa de reunir a estas figuras icónicas es loable, su impacto real se ve limitado a un solo día al año. Para lograr un cambio significativo, es necesario trascender la espectacularidad y la foto para el recuerdo. Transformar esta clase anual en un programa continuo a lo largo del año sería un primer paso fundamental. Imaginen la posibilidad de tener 345 días de actividades relacionadas con el boxeo, promoviendo la disciplina, el entrenamiento y un estilo de vida saludable en comunidades de todo el país.
No se trata de convertir el boxeo en una clase de zumba o una coreografía gimnástica al estilo norcoreano. Se trata de respetar la esencia de este deporte, su técnica, su estrategia y su exigencia física. La inversión realizada en la clase masiva, desde la contratación de las figuras hasta la logística y el transporte, podría utilizarse para sentar las bases de una política pública sólida y a largo plazo para la promoción del boxeo.
Existen programas exitosos en centros penitenciarios que utilizan el boxeo como herramienta de rehabilitación y reinserción social. Fortalecer estos programas, apoyar a los gimnasios locales que trabajan en los barrios y integrar el boxeo de forma seria y profesional en las clases de educación física en las escuelas, son medidas concretas que podrían marcar la diferencia.
Es crucial que las clases de educación física dejen de ser una parodia de actividad deportiva, donde los estudiantes con sobrepeso realizan ejercicios inadecuados bajo la supervisión de un profesor desinteresado. El boxeo podría ser una alternativa atractiva y efectiva para fomentar la actividad física y inculcar valores como la disciplina, el respeto y la perseverancia.
Entendemos que, en el contexto actual, las grandes transformaciones pueden ser difíciles de implementar. Por ello, proponemos una medida sencilla pero crucial: mantener a los funcionarios públicos alejados de las clases de boxeo. Las imágenes de políticos intentando imitar los movimientos de los boxeadores profesionales resultan, en el mejor de los casos, cómicas, y en el peor, contraproducentes. No necesitamos ver a funcionarios con camisetas fajadas, lanzando golpes al aire sin técnica ni coordinación. La prioridad debe ser la promoción del deporte y el apoyo a los verdaderos atletas.
La nueva generación de boxeadores necesita referentes auténticos, no figuras políticas buscando protagonismo. Concentrémonos en lo esencial: construir un programa sólido y sostenible que impulse el boxeo en México y permita que este deporte recupere el lugar que le corresponde en la historia y en el corazón de los mexicanos.
Fuente: El Heraldo de México