
Inicio > Noticias > Medio Ambiente
9 de abril de 2025 a las 21:05
Auditores ambientales bajo la lupa de Profepa
La reciente visita de verificación realizada por la Profepa a un auditor ambiental contratado por Zinc Nacional S.A. marca un hito en la historia de la institución. Por primera vez, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) extiende su vigilancia al trabajo de los auditores independientes, un paso crucial para garantizar la transparencia y la rigurosidad de los procesos de certificación ambiental. Esto no solo refuerza el compromiso de la Profepa con la protección del medio ambiente, sino que también eleva el estándar de calidad y confiabilidad de las auditorías ambientales en México.
Imaginen la importancia de este cambio. Hasta ahora, las empresas se apoyaban en auditores externos para evaluar su cumplimiento ambiental, y la Profepa se basaba en esos informes para otorgar certificaciones. Sin embargo, ¿quién vigilaba a los vigilantes? La posibilidad de inconsistencias o información inexacta en los informes representaba un riesgo latente para el medio ambiente. Con esta nueva iniciativa, la Profepa cierra ese círculo, asegurando que la información sobre la que se basa para tomar decisiones sea veraz y completa.
En el caso específico de Zinc Nacional S.A., la revisión del informe presentado por su auditor ha sacado a la luz ciertas inconsistencias que ameritan una investigación más profunda. Esto coincide con la inspección industrial que la empresa ha estado enfrentando desde principios de año, lo que pone de manifiesto la importancia de una evaluación exhaustiva y objetiva del desempeño ambiental de las compañías. Si bien la renovación del certificado ambiental de Zinc Nacional dentro del PNAA no procedió, la acción de la Profepa va más allá de un caso particular. Se trata de establecer un precedente, de enviar un mensaje claro a todas las empresas y auditores: la transparencia y el rigor son innegociables en materia ambiental.
La declaración de la procuradora Mariana Boy Tamborrell resume la esencia de esta nueva estrategia. "Nos tomamos muy seriamente los procesos de certificación y auditoría", afirma, subrayando el compromiso de la Profepa con la prevención de daños ambientales. No se trata solo de cumplir con la legislación, sino de ir más allá, de promover la adopción de buenas prácticas ambientales que beneficien a la sociedad y al planeta. La vigilancia del trabajo de los auditores es una pieza clave en este engranaje, garantizando que las empresas certificadas realmente representen un bajo riesgo para el medio ambiente y que la ciudadanía pueda confiar en la validez de dichas certificaciones.
Este nuevo enfoque de la Profepa, sin duda, generará un impacto positivo en el panorama ambiental de México. Al fortalecer los mecanismos de control y verificación, se fomenta una cultura de responsabilidad ambiental en las empresas y se brinda mayor certeza a la sociedad sobre la integridad de los procesos de certificación. Es un paso firme hacia un futuro donde la protección del medio ambiente sea una prioridad real y tangible para todos. El mensaje es claro: la era de la autoevaluación sin supervisión ha terminado. La Profepa está aquí para asegurar que la protección del medio ambiente no sea un simple trámite, sino una auténtica convicción.
Fuente: El Heraldo de México