La noche del lunes se tiñó de tragedia en Santo Domingo. La música y el baile que animaban la discoteca Jet Set se vieron interrumpidos abruptamente por un estruendo devastador: el techo del local se vino abajo, atrapando bajo los escombros a decenas de personas, incluyendo al reconocido merenguero Rubby Pérez, quien se encontraba en plena actuación junto a su orquesta.

La escena, antes llena de alegría y ritmo, se transformó en un escenario de caos y desesperación. El polvo y los escombros dificultaban la visibilidad mientras los gritos de auxilio se mezclaban con el sonido de las sirenas de las ambulancias que llegaban al lugar. La noticia corrió como la pólvora por las redes sociales, donde videos e imágenes capturados por testigos mostraban la magnitud del desastre. El hashtag #JetSet se convirtió en un torrente de angustia y solidaridad.

Las autoridades, encabezadas por el director del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), Juan Manuel Méndez, se movilizaron rápidamente para coordinar las labores de rescate. Más de 370 rescatistas, entre bomberos, paramédicos y voluntarios, trabajaron incansablemente entre los escombros, con la esperanza de encontrar supervivientes. "Mientras haya esperanza de vida, vamos a estar trabajando", declaró Méndez a la prensa, con la voz marcada por la gravedad de la situación.

La incertidumbre se apoderó de los familiares y amigos de quienes se encontraban en la discoteca en el momento del derrumbe. Horas de angustia y espera se sucedieron mientras las autoridades intentaban identificar a las víctimas y dar con el paradero de los desaparecidos. La confirmación de los primeros fallecidos sumió a la comunidad en un profundo dolor. Las cifras, aún provisionales, hablan de una tragedia de gran magnitud.

El rescate de Rubby Pérez, aunque con heridas, trajo un pequeño rayo de esperanza en medio de la oscuridad. Las imágenes del artista siendo sacado de entre los escombros, con el rostro cubierto de polvo y visiblemente afectado, conmocionaron al país. Su estado de salud, aunque estable, es motivo de preocupación para sus seguidores y para el mundo artístico dominicano.

Las preguntas sobre las causas del derrumbe no se hicieron esperar. ¿Fue un fallo estructural? ¿Un mantenimiento deficiente? Las autoridades han iniciado una investigación exhaustiva para determinar las responsabilidades y evitar que una tragedia similar vuelva a ocurrir. Mientras tanto, el país entero se une en solidaridad con las víctimas y sus familias, en un momento de dolor y reflexión sobre la fragilidad de la vida. La tragedia de la discoteca Jet Set deja una profunda herida en el corazón de Santo Domingo, un recordatorio de la importancia de la seguridad y la prevención en los espacios públicos.