La polémica florece en Polanco tras el Festival Flores y Jardines. Un video que circula en redes sociales ha desatado una ola de indignación y debate, mostrando la aparente sustracción de una figura de Snoopy, elaborada con miles de flores, por parte de un joven visitante. El incidente, ocurrido al término del evento el domingo 6 de abril, ha generado una cascada de comentarios que van desde la repulsa hasta la incredulidad.

En las imágenes, se observa al joven en compañía de dos mujeres, una de las cuales lo anima a llevarse la decoración floral con un "¡Llévate a Snoopy, corre, corre!". La escena, grabada por otros asistentes, se acompaña de gritos de "¡lo secuestraron!", evidenciando la sorpresa e indignación de los presentes.

Las redes sociales se han convertido en el epicentro de la controversia. Comentarios como "Pobre Snoopy, ya lo tienen en una vecindad" o "Qué gente tan repudiante, cuando se normaliza robar, hasta le festejan", reflejan el sentir de muchos usuarios que consideran el acto como un ejemplo de incivismo y falta de respeto. La comparación con "la rebatinga del centro de mesa al final de la boda, pero a lo grande" ilustra la percepción de un comportamiento inapropiado y fuera de lugar.

Sin embargo, la historia no termina aquí. Otra versión de los hechos ha surgido, defendiendo al joven y asegurando que la figura de Snoopy fue retirada por los propios organizadores del evento. Según esta versión, los presentes incluso habrían solicitado unos minutos más para tomar fotografías con la figura antes de su retiro. Se argumenta que el video fue grabado en tono de broma y que las tiendas participantes habrían permitido a los asistentes llevarse algunas flores al finalizar el festival.

Ante la controversia, el Festival Flores y Jardines ha emitido un comunicado a través de su cuenta oficial de Instagram, solicitando a los visitantes que no se lleven las flores, plantas ni objetos de las instalaciones, ya que los desechos serían recolectados para la elaboración de composta. Esta declaración, si bien no aborda directamente el incidente del Snoopy, refuerza la política del evento respecto al manejo de las decoraciones florales.

La discrepancia entre las versiones y la falta de una confirmación oficial por parte de los organizadores sobre el destino final de la figura de Snoopy mantienen la incertidumbre y alimentan el debate en redes sociales. ¿Robo, broma o simple malentendido? La incógnita persiste, dejando una estela de preguntas sobre el civismo, el respeto al arte efímero y la responsabilidad individual en eventos públicos. El incidente, más allá de la anécdota, abre una reflexión sobre la convivencia en espacios compartidos y la importancia de preservar la belleza y el trabajo de quienes contribuyen a embellecer nuestra ciudad. El caso del Snoopy floral se convierte así en un símbolo de la fragilidad del arte y la necesidad de un compromiso colectivo para su protección.