Logo
NOTICIAS
play VIDEOS

Inicio > Noticias > Seguridad

9 de abril de 2025 a las 01:40

Reclutador del crimen organizado, ¡a proceso!

La promesa de un futuro mejor, de un sueldo que aliviaría las cargas económicas, se convirtió en una pesadilla para un grupo de personas en Jalisco. La Fiscalía General del Estado ha revelado detalles escalofriantes sobre un caso que nos recuerda la vulnerabilidad ante engaños y la importancia de la cautela en la búsqueda de empleo. Eduardo Daniel “N”, el nombre que ahora resuena en los pasillos de la justicia, se encuentra vinculado a proceso por el delito de desaparición cometida por particulares, tras ser señalado por al menos tres víctimas de un esquema de reclutamiento ilícito.

El modus operandi, según las investigaciones, era tan simple como perverso: anuncios en redes sociales, promesas de sueldos exorbitantes, pagos semanales que deslumbraban a quienes luchaban por un mejor porvenir. Cinco mil pesos semanales, una cifra que para muchos representa la diferencia entre la precariedad y la estabilidad, se convertía en el anzuelo para atraer a personas desesperadas por una oportunidad. Ofertas "poco claras", describe la Fiscalía, un eufemismo que esconde la oscura realidad de un reclutamiento con fines ilícitos.

Imaginen la escena: junio, julio, agosto de 2024, el calor del verano jalisciense, y en la pantalla del celular, un anuncio que promete cambiar sus vidas. La esperanza se enciende, se comparte la noticia con familiares y amigos, se sueña con un futuro diferente. Y entonces llega el contacto, la cita en un lugar específico, la ilusión a punto de materializarse. En uno de los casos, la Fiscalía describe la llegada de Eduardo Daniel “N” a bordo de un taxi, un detalle aparentemente trivial que adquiere una siniestra connotación a la luz de los acontecimientos posteriores. La víctima, confiada, acude al encuentro, sin sospechar que está a punto de caer en una trampa.

La privación de la libertad, el terror, la incertidumbre… La Fiscalía, afortunadamente, ha logrado la reintegración de las víctimas a sus familias, pero el trauma, la cicatriz emocional, seguramente persistirá. Este caso nos obliga a reflexionar sobre la fragilidad de la seguridad en un mundo digital donde las promesas vacías y las intenciones ocultas se camuflan tras atractivas ofertas.

La prisión preventiva oficiosa por un año, dictada por la autoridad jurisdiccional, es un primer paso hacia la justicia. Sin embargo, la investigación continúa, buscando esclarecer la totalidad de los hechos y determinar la magnitud de la red de reclutamiento. ¿Cuántas otras víctimas podrían haber caído en la trampa de Eduardo Daniel “N”? ¿Quiénes son los beneficiarios finales de este esquema criminal?

Este caso nos recuerda la importancia de ser cautelosos ante ofertas de trabajo que parecen demasiado buenas para ser verdad. Investigar la empresa, verificar la información, desconfiar de las promesas exageradas y, sobre todo, nunca acudir solo a una cita con un desconocido son medidas esenciales para protegernos. La esperanza de un futuro mejor no debe cegarnos ante los peligros que acechan en el mundo laboral, tanto en el físico como en el digital. La Fiscalía de Jalisco continúa trabajando para desmantelar estas redes de reclutamiento ilícito, pero la prevención, la información y la prudencia son las mejores armas para evitar ser víctimas de estas prácticas criminales.

Fuente: El Heraldo de México