
8 de abril de 2025 a las 22:00
Extorsión acecha el corazón de México
La sombra de la extorsión se cierne sobre México, un flagelo que afecta la vida de miles de ciudadanos y lacera el tejido social. La problemática, que se concentra principalmente en la zona centro del país, ha puesto en alerta a las autoridades, quienes buscan implementar nuevas estrategias para combatirla. La Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, ha puesto sobre la mesa una ambiciosa iniciativa de reforma contra la extorsión, que podría discutirse incluso en un periodo extraordinario de sesiones. Esta propuesta busca no solo castigar a los responsables, sino también proteger a las víctimas, simplificando el proceso de denuncia y garantizando que la justicia actúe de oficio, sin depender de la ratificación de la denuncia por parte del afectado. Una medida que, de aprobarse, representaría un paso crucial en la lucha contra este delito.
El Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, ha sido enfático al señalar la gravedad de la situación en el centro del país, incluyendo la capital. En la Ciudad de México, las operaciones policiales son constantes, con detenciones regulares de extorsionadores. La colaboración con las autoridades del Estado de México también ha sido fundamental para combatir este delito que trasciende las fronteras administrativas. Sin embargo, la lucha no se limita a la capital. García Harfuch ha destacado la importancia de la coordinación con las Fiscalías de diversos estados, como Chiapas, Quintana Roo, Sonora y Baja California, para implementar operativos conjuntos y compartir información que permita desarticular las redes de extorsión que operan a lo largo y ancho del territorio nacional. El caso de Michoacán, donde la colaboración con la Secretaría de la Defensa Nacional ha resultado en numerosas detenciones, se presenta como un ejemplo de la efectividad de la estrategia coordinada entre diferentes instancias.
La iniciativa de reforma, según explicó la Jefa de Gobierno, no se limita a la persecución del delito una vez consumado. Busca atacar el problema de raíz, abordando temas cruciales como el rastreo de los recursos financieros provenientes de la extorsión. Esta medida, de ser implementada con éxito, podría asestar un duro golpe a las estructuras criminales que se benefician de este delito, limitando su capacidad de operación y desincentivando la participación de nuevos actores. La propuesta de ley, que se espera sea presentada próximamente, representa un rayo de esperanza para las víctimas de extorsión, quienes a menudo se ven atrapadas en un ciclo de miedo e impunidad. La posibilidad de que el Ministerio Público asuma la investigación de oficio, sin necesidad de la ratificación de la denuncia, eliminaría una de las principales barreras que impiden a las víctimas acceder a la justicia. Este cambio, sin duda, fortalecería la confianza en las instituciones y animaría a un mayor número de personas a denunciar, contribuyendo a la construcción de un entorno más seguro para todos.
La extorsión no solo afecta el patrimonio de las víctimas, sino que también mina su tranquilidad y su sentido de seguridad. Es un delito que se alimenta del miedo y la vulnerabilidad, y que tiene un impacto devastador en la vida de las personas, familias y comunidades. Por ello, la iniciativa de reforma impulsada por la Jefa de Gobierno se presenta como una herramienta fundamental para combatir este flagelo y construir un México más justo y seguro. La expectativa es alta, y la sociedad espera que esta propuesta se traduzca en acciones concretas que permitan erradicar la extorsión y devolver la tranquilidad a los ciudadanos.
Fuente: El Heraldo de México