
8 de abril de 2025 a las 21:45
Diversifica tus ingresos: ¡Libérate!
La sombra del proteccionismo se cierne nuevamente sobre la economía mexicana. Las recientes medidas arancelarias anunciadas por Estados Unidos, impactando sectores clave como el acero y el aluminio, nos obligan a reflexionar sobre nuestra vulnerabilidad y a trazar un nuevo rumbo hacia la diversificación y la resiliencia. No podemos permitirnos quedar a merced de los vaivenes políticos de una sola nación, por más importante que sea en nuestro panorama comercial. Depender en un 84% de las exportaciones hacia un solo destino, como lo es Estados Unidos, nos coloca en una posición precaria, expuestos a las consecuencias de decisiones unilaterales que escapan a nuestro control. Si la economía estadounidense se desacelera, el efecto dominó nos alcanzará inevitablemente.
La visión de largo plazo debe ser nuestra brújula en estos tiempos turbulentos. La respuesta no puede ser la confrontación ni la improvisación. Debemos actuar con mesura, con la inteligencia estratégica que exige la defensa de nuestros intereses nacionales. El llamado de Gabriela Cuevas, presidenta honoraria de la Unión Interparlamentaria, a la diversificación de nuestros mercados, resuena con fuerza. Fortalecer las alianzas con la Unión Europea, Corea del Sur, Turquía y otras regiones del mundo no es solo una opción deseable, sino una necesidad imperante. Debemos explorar nuevos horizontes comerciales, tender puentes hacia socios que valoren la calidad de nuestros productos y la solidez de nuestra economía. No podemos seguir desaprovechando el potencial que representan estos mercados emergentes, que buscan ávidamente socios confiables y con una visión de futuro.
Optimizar los tratados de libre comercio vigentes y explorar la firma de nuevos acuerdos es una tarea urgente. Debemos convertir la volatilidad del mercado estadounidense en una oportunidad para fortalecer nuestra autonomía económica. La renegociación del T-MEC se vislumbra como un escenario complejo, con la posibilidad latente de modificaciones o incluso la cancelación del acuerdo. Ante este panorama incierto, debemos prepararnos con la astucia de un ajedrecista, anticipando los movimientos del adversario y diseñando estrategias que blinden nuestros sectores estratégicos. No podemos permitir que la incertidumbre nos paralice, sino que debe impulsarnos a fortalecer nuestras defensas y a diversificar nuestras opciones.
La guerra comercial entre Estados Unidos y China, con la imposición de aranceles del 104% a productos chinos, abre una ventana de oportunidad para México. Podríamos convertirnos en un socio comercial aún más relevante para Estados Unidos, captando inversiones y fortaleciendo nuestra posición en la cadena de suministro global. Sin embargo, esta coyuntura también presenta desafíos. La presión para aumentar la producción de componentes en Norteamérica podría impactar a algunos sectores manufactureros mexicanos que dependen de insumos chinos. Para capitalizar las oportunidades y mitigar los riesgos, es fundamental mantener la estabilidad económica y ofrecer reglas claras a las empresas que buscan invertir en nuestro país. La confianza es la piedra angular sobre la que se construye el crecimiento sostenible. Debemos enviar un mensaje claro al mundo: México es un socio confiable, con una visión de futuro y un compromiso inquebrantable con el desarrollo económico.
Fuente: El Heraldo de México