Felipe Ángeles, un nombre que resuena en la historia de México, no solo por su destreza militar, sino por la profunda convicción que guiaba sus pasos. Imaginen a este hombre, no como una figura estática en los libros de texto, sino como un ser humano de carne y hueso, inmerso en el torbellino de la Revolución. Un estratega brillante, sí, pero también un idealista, un visionario que anhelaba un México más justo y equitativo. Su formación militar, pulida en los claustros militares, se combinaba con una sensibilidad excepcional hacia las necesidades del pueblo. No veía la guerra como un fin en sí mismo, sino como un doloroso pero necesario camino hacia la transformación social. Ángeles comprendía que las batallas no se ganaban únicamente en el campo de batalla, sino también en las mentes y los corazones de la gente. Su compromiso con la educación y el progreso social lo convertían en una figura excepcional, un líder que inspiraba tanto respeto como admiración.

Y es precisamente esa visión de futuro, ese anhelo de un México moderno y próspero, lo que encontramos reflejado en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA). No se trata simplemente de una obra de infraestructura, sino de un símbolo de la evolución de nuestro país. Un espacio donde la arquitectura moderna se fusiona con la funcionalidad, la sostenibilidad y la eficiencia operativa. Imaginen recorrer sus pasillos amplios y luminosos, donde la luz natural baña cada rincón, creando una atmósfera de tranquilidad y confort. Un diseño que no solo facilita el tránsito de millones de pasajeros, sino que también integra elementos de nuestra rica cultura, recordándonos quiénes somos y de dónde venimos. Desde los detalles decorativos que evocan la identidad nacional, hasta el fascinante Museo Paleontológico, el AIFA es una ventana a la historia y al futuro de México.

La reciente visita de catedráticos y alumnos de la Facultad del Hábitat de la UASLP al AIFA, liderada por el Arq. Juan Carlos Machinena Morales, no es una simple anécdota, sino un testimonio del impacto de esta magna obra. El recorrido, guiado por el propio General Isidoro Pastor Román, Director General del aeropuerto, permitió a los estudiantes apreciar de cerca la complejidad y la belleza de su diseño. Imaginen la emoción de estos jóvenes arquitectos, recorriendo las instalaciones y descubriendo las soluciones innovadoras que se han implementado en su construcción. Una experiencia enriquecedora que sin duda inspirará sus futuros proyectos y contribuirá a la formación de una nueva generación de profesionales comprometidos con el desarrollo sostenible de nuestro país. El AIFA no es solo un aeropuerto, es un aula abierta, un espacio de aprendizaje e innovación que nos invita a soñar con un futuro mejor. Es un homenaje a la visión de Felipe Ángeles, un hombre que creyó en la grandeza de México y que luchó incansablemente por un futuro más brillante. Un futuro que, gracias a obras como el AIFA, estamos construyendo día a día.