La aparente obsesión de Marcela Mistral por el botox ha vuelto a ser tema de conversación, y esta vez, el encargado de traerlo a la palestra pública ha sido su propio esposo, Poncho De Nigris. En un video compartido en Facebook, titulado con la irónica frase "Úsenlo con moderación", De Nigris bromeó sobre la incapacidad de su esposa para gesticular debido al supuesto exceso de la toxina botulínica. “Se ríe y no se le mueve nada de la cara”, comentó entre risas, provocando la inmediata respuesta de Mistral: “Como tú, mi vida”.

Sin embargo, Poncho no se quedó callado y, entre bromas y veras, insistió en que su esposa se había excedido con el botox. Incluso le pidió que intentara levantar la frente, reaccionando con un exagerado "¡Mira!" ante los esfuerzos de Marcela. La escena, que oscilaba entre la burla cariñosa y la crítica velada, culminó con un tierno beso, demostrando la complicidad y la solidez de la pareja, incluso en medio de las controversias familiares que actualmente enfrentan con Doña Leticia Guajardo e Ivanna De Nigris por la polémica de los XV años.

Este episodio no es un hecho aislado. Recordemos aquel otro video viral donde Marcela cuestionaba a Poncho sobre qué le cambiaría físicamente. Inicialmente, él respondió que nada, pero ante la insistencia de su esposa, finalmente confesó: "Ya te cambiaste todo". La respuesta, cargada de humor e ironía, desató una cascada de risas y comentarios en redes sociales. En esa ocasión, Poncho continuó con la broma, sugiriendo que en el pasado le habría dicho que se cambiara las nalgas, pero que "ya te pusiste… o sea… ya estás bien". Marcela, con una sonrisa resignada, optó por cambiar de tema.

Estas interacciones públicas entre Poncho y Marcela, aunque aparentemente triviales, nos invitan a reflexionar sobre la presión estética que viven las figuras públicas, especialmente las mujeres. ¿Es la búsqueda de la perfección física una decisión personal o una imposición social? ¿Hasta qué punto las bromas, incluso dentro de una relación estable, pueden perpetuar estereotipos y normalizar procedimientos estéticos potencialmente riesgosos?

Más allá del humor y la anécdota, subyace un debate sobre la autoaceptación, la imagen corporal y la influencia de los medios en la percepción de la belleza. En un mundo obsesionado con la juventud eterna y la perfección física, las palabras y acciones de figuras públicas como Poncho De Nigris y Marcela Mistral adquieren una relevancia particular, influyendo, para bien o para mal, en la manera en que sus seguidores perciben y se relacionan con sus propios cuerpos. La pregunta que queda en el aire es: ¿estamos utilizando el humor como una herramienta para abordar temas complejos o como un escudo para evitar conversaciones incómodas?