¡Una lluvia de triples baña Boston y los Celtics hacen historia! Anoche, el TD Garden fue testigo de una exhibición de baloncesto ofensivo de alto calibre, donde los Celtics no solo aplastaron a los Suns de Phoenix por 123-103, sino que también pulverizaron el récord de triples en una temporada de la NBA. Un hito que hasta hace poco parecía inalcanzable, la marca impuesta por los Golden State Warriors la temporada pasada, ha sido superada por la artillería verde de Boston. Con 14 triples convertidos anoche, los Celtics elevan su cuenta a la astronómica cifra de 1.370, dejando atrás los 1.363 de los Warriors y escribiendo un nuevo capítulo en la historia de la liga.

Jaylen Brown, con una actuación estelar de 31 puntos, incluyendo tres bombas desde el perímetro, lideró el ataque celta. Su precisión y agresividad fueron clave para desmantelar la defensa de Phoenix. Pero la victoria no fue solo obra de Brown. Jayson Tatum, con su habitual versatilidad, aportó 23 puntos, 8 rebotes y 8 asistencias, demostrando una vez más por qué es considerado uno de los mejores jugadores de la liga. Y aunque Kristaps Porzingis tuvo que abandonar el partido momentáneamente tras recibir un codazo en la nariz que requirió puntos de sutura, su contribución de 15 puntos antes del incidente fue crucial para el dominio de Boston. El susto, afortunadamente, no pasó a mayores y el letón regresó al banquillo para celebrar la victoria con sus compañeros, un gesto que habla del gran espíritu de equipo que se respira en la franquicia.

Del lado de los Suns, Devin Booker, a pesar de sus 37 puntos, luchó una batalla solitaria. Su esfuerzo individual no fue suficiente para contrarrestar la potencia ofensiva de los Celtics y evitar la quinta derrota consecutiva de su equipo. Phoenix, que ya había caído ante Boston por una diferencia de 30 puntos hace apenas una semana, parece no encontrar la fórmula para frenar el vendaval verde.

El dominio de Boston fue evidente desde el segundo cuarto, cuando un triple de Payton Pritchard les dio una ventaja de dos dígitos que nunca perderían. La brecha se amplió a 20 puntos a mediados del período, y los Celtics se fueron al descanso con una cómoda ventaja de 14, dejando claro que no darían tregua.

Esta victoria no solo consolida el liderato de los Celtics en la Conferencia Este, sino que también reafirma su candidatura al título. Su capacidad para anotar desde la larga distancia, combinada con un juego colectivo sólido y una defensa férrea, los convierte en un rival temible para cualquier equipo. La pregunta que ahora resuena en la liga es: ¿quién podrá detener a esta máquina verde que está reescribiendo la historia de la NBA? El tiempo lo dirá, pero por ahora, los Celtics disfrutan de su momento de gloria y se preparan para seguir cosechando victorias en su camino hacia el anillo. El espectáculo de triples continúa, y la afición de Boston no podría estar más emocionada.