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8 de abril de 2025 a las 05:40

Brugada influye en elección del Poder Judicial

La reciente decisión del TECDMX respecto a los lineamientos del IECM para la elección del poder judicial ha generado un intenso debate en la esfera política capitalina. La jefa de Gobierno, Clara Brugada, obtuvo una victoria parcial al impugnar dos apartados que, a su juicio, limitaban indebidamente la participación del Poder Ejecutivo en la difusión del proceso electoral. Este fallo abre un nuevo capítulo en la compleja relación entre el gobierno local y el órgano electoral, planteando interrogantes sobre los límites de la participación gubernamental en los comicios y la garantía de equidad en la contienda.

La invalidación de la fracción I del Artículo 17 de los lineamientos, que restringía la difusión de información en portales y redes sociales si se hacía referencia a candidaturas o al proceso electoral, representa un punto crucial en la controversia. Según el TECDMX, esta disposición coarta la libertad de expresión y el derecho a la información, elementos fundamentales en un sistema democrático. La decisión plantea la necesidad de encontrar un equilibrio entre la imparcialidad en la difusión de información y la posibilidad de que el gobierno informe a la ciudadanía sobre un proceso tan relevante como la elección del poder judicial. ¿Cómo garantizar que la información proporcionada por el gobierno no se convierta en propaganda electoral encubierta? Este es el desafío que ahora enfrentan las autoridades electorales.

Por otro lado, la invalidación del inciso D del artículo 12, que consideraba como posible violación a los lineamientos cualquier manifestación pública que vincule al gobierno con el proceso electoral, también genera controversia. Para el TECDMX, esta disposición es excesivamente amplia y ambigua, pudiendo interpretarse como una limitación a la libertad de expresión de los funcionarios públicos. La línea entre la información objetiva y la promoción política puede ser difusa, y la decisión del tribunal obliga a una mayor precisión en la redacción de las normas electorales para evitar interpretaciones arbitrarias que puedan afectar la participación ciudadana en el debate público.

Sin embargo, el TECDMX rechazó los argumentos de Brugada Molina sobre la supuesta prohibición de la entrega de programas sociales durante las campañas. Los magistrados aclararon que los lineamientos no impiden la entrega de estos programas, sino su publicidad durante el periodo electoral. Esta precisión es fundamental para evitar la instrumentalización de los programas sociales con fines electorales, garantizando que la ayuda a la población no se utilice como moneda de cambio para obtener votos. No obstante, la discusión sobre el uso de recursos públicos durante las campañas sigue abierta, y la ciudadanía exige mayor transparencia y control para evitar prácticas clientelares.

El fallo del TECDMX ha generado reacciones diversas entre los actores políticos y la sociedad civil. Mientras algunos celebran la decisión como un triunfo de la libertad de expresión, otros expresan preocupación por la posibilidad de que el gobierno utilice su influencia para interferir en el proceso electoral. En este contexto, la vigilancia ciudadana y el escrutinio público se vuelven esenciales para garantizar la transparencia y la equidad en la contienda electoral. El futuro de la elección del poder judicial en la Ciudad de México dependerá, en gran medida, de la capacidad de las instituciones y la sociedad para construir un proceso democrático que garantice la participación ciudadana y la imparcialidad de las autoridades. El debate apenas comienza y sus consecuencias marcarán el rumbo de la vida política capitalina.

Fuente: El Heraldo de México