La tensión en el mundo del espectáculo se palpa. El nombre de Imelda Garza Tuñón, viuda de Julián Figueroa, resuena con fuerza en los pasillos de la farándula, envuelto en una creciente controversia. Tras las declaraciones de Maribel Guardia sobre supuestas amenazas, ahora es Nagibe Abbud, examiga de Garza Tuñón, quien alza la voz, afirmando ser víctima de intimidaciones que rayan en lo escalofriante. Un nuevo capítulo se escribe en esta historia, cargado de incertidumbre y acusaciones que mantienen a la audiencia en vilo.

Abbud, con semblante serio y voz firme, ha roto el silencio ante los medios. En una entrevista que ha corrido como la pólvora en el mundo digital, gracias a la difusión de periodistas como Ernesto Buitrón, la joven actriz ha detallado la naturaleza de las supuestas amenazas, pintando un panorama inquietante. "Me va a aventar ácido en la cara", una frase que helaría la sangre a cualquiera, ha sido la punta del iceberg de una serie de intimidaciones que, según Abbud, provienen directamente de la viuda de Julián Figueroa.

Más allá de las palabras, Nagibe asegura poseer pruebas contundentes que respaldan sus afirmaciones. Mensajes, provenientes de cuentas falsas en redes sociales como Instagram y TikTok, serían la evidencia de una campaña de hostigamiento orquestada por Garza Tuñón. La actriz se muestra dispuesta a revelar estas pruebas en el momento oportuno, añadiendo un elemento de suspenso a esta trama que parece sacada de un guión cinematográfico.

La búsqueda de la dirección de Abbud por parte de Garza Tuñón, según relata la presunta víctima, añade otra capa de inquietud a la situación. Un compañero de trabajo, alertado sobre estas indagaciones, habría sido el encargado de informar a Abbud, despertando la sospecha de que algo turbio se estaba gestando. Inicialmente, se especuló sobre una posible demanda legal, teoría que fue descartada tras la consulta con el abogado de Abbud y los representantes legales de Garza Tuñón. Este detalle, lejos de tranquilizar las aguas, ha sembrado aún más dudas sobre las verdaderas intenciones de la viuda de Julián Figueroa.

Mientras tanto, Imelda Garza Tuñón guarda silencio. No ha emitido ninguna declaración pública en respuesta a las acusaciones de Nagibe Abbud. Esta ausencia de reacción alimenta las especulaciones y la incertidumbre. ¿Qué hay detrás de este silencio? ¿Se pronunciará finalmente para refutar las acusaciones? ¿O la verdad se esconde tras un complejo entramado de secretos y rencillas personales?

El público, ávido de respuestas, sigue de cerca cada nuevo desarrollo de esta historia. La tensión se corta con un cuchillo y las interrogantes permanecen en el aire, esperando ser despejadas. ¿Qué ocurrirá a continuación? Solo el tiempo lo dirá.