
7 de abril de 2025 a las 03:35
Tren con autos descarrila en Querétaro: ¡Milagro!
La tranquilidad matutina del paraje El Pitol, un lugar sereno enclavado entre los límites de Tequisquiapan, Querétaro, y Tecozautla, Hidalgo, se vio abruptamente interrumpida la mañana del 6 de abril. Un estruendo metálico, seguido de una sacudida que estremeció la tierra, anunciaba un incidente que podría haber tenido consecuencias devastadoras. Siete vagones de un tren nodriza, transportando flamantes vehículos Volkswagen en su viaje desde la bulliciosa Ciudad de México hacia Piedras Negras, Coahuila, se habían descarrilado. La escena, digna de una película de acción, mostraba los imponentes vagones yacientes fuera de las vías, como gigantes de metal vencidos por una fuerza invisible.
Afortunadamente, y casi milagrosamente, el saldo humano fue de cero. Ningún operador resultó herido, un testimonio de la rápida reacción del maquinista que detuvo el convoy de manera inmediata al detectar la anomalía. La valiosa carga de automóviles, a pesar de la magnitud del incidente, también escapó prácticamente ilesa. Los vagones, diseñados para resistir impactos, mantuvieron su integridad, protegiendo los vehículos en su interior. Si bien algunos sufrieron daños menores, las pérdidas materiales se consideran bajas en comparación con la posible catástrofe.
Inmediatamente después del incidente, las sirenas rompieron el silencio recién instaurado. Elementos de la Policía Estatal y la Guardia Nacional se desplegaron en la zona, estableciendo un perímetro de seguridad para facilitar las labores de los equipos de Protección Civil. Con precisión y eficiencia, los expertos trabajaron para retirar el tren siniestrado, una tarea compleja que requirió de grúas y maquinaria pesada. La prioridad era restablecer el tráfico ferroviario y asegurar que no quedaran restos que pudieran representar un peligro para la comunidad.
Sin embargo, lo que parecía un accidente fortuito, pronto tomó un giro inesperado. Testigos presenciales, aún conmocionados por el incidente, reportaron haber visto a individuos sospechosos colocando llantas y grandes trozos de madera sobre las vías minutos antes del paso del tren. Estos testimonios han levantado serias sospechas de un posible acto de sabotaje, una hipótesis que las autoridades no descartan y que actualmente se encuentra bajo investigación. ¿Se trató de un acto vandálico? ¿Un intento de robo? ¿O quizás algo más siniestro? Las preguntas flotan en el aire, a la espera de las respuestas que arroje la investigación.
La comunidad local se encuentra consternada, preguntándose sobre los motivos detrás de este incidente. El paraje El Pitol, usualmente tranquilo, se ha convertido en el epicentro de una investigación que podría revelar una trama mucho más compleja de lo que inicialmente se pensaba. Mientras tanto, la imagen de los vagones descarrilados sirve como un recordatorio de la fragilidad de la seguridad, incluso en los lugares más apartados, y de la importancia de la vigilancia constante. La incertidumbre prevalece, mientras las autoridades trabajan incansablemente para esclarecer los hechos y llevar a los responsables ante la justicia.
Fuente: El Heraldo de México