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7 de abril de 2025 a las 14:05
IA en México: ¿Quiénes la usan?
La inteligencia artificial se presenta como la revolución tecnológica del siglo XXI, prometiendo transformar nuestra vida cotidiana de maneras que apenas comenzamos a comprender. Sin embargo, en México, el acceso y la adopción de estas herramientas dibujan un panorama complejo y desigual. Si bien la mitad de los internautas mexicanos afirma conocer la IA, este conocimiento superficial no se traduce en un uso real y efectivo. La brecha generacional se hace evidente: mientras los jóvenes entre 26 y 40 años muestran mayor familiaridad, otros grupos etarios se rezagan, evidenciando la necesidad de estrategias de inclusión digital que abarquen a todas las edades.
Más allá del conocimiento, la verdadera integración de la IA se mide por su aplicación práctica. Y aquí es donde encontramos el mayor desafío. Apenas un 18.6% de los internautas mexicanos utiliza herramientas de IA, una cifra que nos invita a reflexionar sobre las barreras que impiden su masificación. Si bien los jóvenes lideran la adopción, la baja penetración en ciertos segmentos, como el grupo de 26 a 30 años, sugiere la existencia de obstáculos que van más allá de la simple familiaridad con la tecnología.
El factor económico juega un papel crucial. En un país donde el ingreso promedio mensual es limitado, el costo de las suscripciones a plataformas de IA premium, que ronda los 400 pesos mensuales, representa un obstáculo significativo. Para justificar este gasto, la IA debe demostrar un valor tangible, traducido en un aumento de la productividad, ahorro de tiempo y generación de nuevas oportunidades. No basta con la novedad o el entretenimiento, se requiere una utilidad real que impacte positivamente en la vida del usuario.
Además, la IA compite con un creciente número de servicios digitales que operan bajo el modelo de suscripción. En un contexto de presupuestos ajustados, los usuarios deben priorizar sus gastos, y la IA no siempre se encuentra en la cima de la lista. Internet, streaming, almacenamiento en la nube y otras herramientas digitales se disputan un espacio en la cartera del consumidor, dificultando la adopción de nuevas tecnologías.
Si bien existen alternativas gratuitas, estas a menudo presentan limitaciones que restringen su potencial. Modelos menos potentes, límites de consulta y funciones bloqueadas reducen la experiencia del usuario y limitan la utilidad de la herramienta. Además, la proliferación de plataformas emergentes con poca transparencia genera incertidumbre sobre la seguridad de los datos y la calidad de los resultados, lo que desincentiva su uso.
Para que la IA trascienda la curiosidad y se convierta en una herramienta indispensable, es necesario garantizar el acceso a versiones completas, confiables y robustas. Esto implica un esfuerzo conjunto entre el sector público y privado para promover la alfabetización digital, facilitar el acceso a plataformas de calidad y desarrollar soluciones adaptadas a la realidad económica del país. Solo así la IA podrá desplegar todo su potencial y contribuir al desarrollo de una sociedad más equitativa e innovadora. De lo contrario, corremos el riesgo de ampliar la brecha digital y dejar a un gran segmento de la población al margen de los beneficios de esta revolucionaria tecnología. La democratización de la IA es un imperativo para el futuro de México.
Fuente: El Heraldo de México