
7 de abril de 2025 a las 14:06
Domando la primavera rebelde
La semana pasada nos dejó un sabor amargo, una mezcla de incertidumbre y preocupación que se extiende como una sombra sobre el panorama económico global. Los mercados se desplomaron, el dólar se fortaleció frente al peso y las palabras del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, resonaron como un eco inquietante: la incertidumbre podría prolongarse durante un año. El optimismo se desvaneció tan rápido como el aroma del café matutino.
El mundo, tras un breve respiro, parece haber despertado a la realidad de la nueva política comercial de Donald Trump. Sus medidas proteccionistas, lejos de ser una bravuconada pasajera, se han materializado en aranceles y restricciones que ponen en jaque las estrategias de empresas multinacionales. Mientras tanto, en México, el lanzamiento del "Chocolate Bienestar" con su alto contenido de azúcares y grasas, parece una distracción, un intento de endulzar una realidad que se torna cada vez más amarga.
Si bien México cuenta con la ventaja de la proximidad geográfica para atraer inversiones que buscan abastecer al mercado norteamericano, la incertidumbre generada por las nuevas reglas del juego comercial ha paralizado las decisiones. En las salas de juntas de las grandes corporaciones, la pregunta que resuena es: ¿qué hacer? ¿Replantear las cadenas de suministro? ¿Cerrar plantas en Asia para reubicarlas en Estados Unidos? ¿Apostar por México y el T-MEC a pesar de la incertidumbre sobre su futuro? Las respuestas no son fáciles y las consecuencias de una mala decisión pueden ser devastadoras.
El caso de Vietnam, mencionado por la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, ilustra a la perfección el dilema. Los aranceles impuestos por Estados Unidos a productos vietnamitas, como los zapatos Nike, obligan a las empresas a replantear sus estrategias. La intención de Trump es clara: repatriar la producción a Estados Unidos. Sin embargo, el alto costo de la mano de obra en ese país hace que la decisión no sea tan sencilla. México, con su mano de obra más competitiva, se presenta como una alternativa atractiva, pero la incertidumbre sobre el futuro del T-MEC añade un elemento de riesgo a la ecuación.
La llamada entre Trump y el líder vietnamita, Tô Lâm, para discutir la posibilidad de eliminar aranceles mutuos, añade otra capa de complejidad al panorama. Este tipo de negociaciones bilaterales, aunque potencialmente beneficiosas, contribuyen a la incertidumbre generalizada, ya que sus resultados son impredecibles y pueden alterar el equilibrio de poder en el comercio internacional.
Mientras tanto, la espera se prolonga. Un año, según Powell, es el tiempo que tomará para que el polvo se asiente y las empresas puedan tomar decisiones con mayor certeza. Un año de incertidumbre, de análisis, de negociaciones y de ajustes. Un año en el que la capacidad de adaptación y la visión estratégica serán claves para la supervivencia.
En medio de este panorama incierto, surgen también oportunidades. Sectores como el de los videojuegos en México, con un ticket promedio de consumo superior al de otras formas de entretenimiento, demuestran que el ingenio y la innovación pueden encontrar espacios para crecer incluso en tiempos turbulentos. Identificar estos nichos de oportunidad y apostar por ellos será crucial para sortear la tormenta y emerger fortalecidos. El futuro es incierto, pero no está escrito. La capacidad de adaptarnos, de innovar y de tomar decisiones estratégicas será la clave para navegar en estas aguas turbulentas y llegar a buen puerto.
Fuente: El Heraldo de México