La incertidumbre y el temor se apoderaron de la autopista Tuxtla-Tonalá la noche del domingo, tras reportes de automovilistas que afirmaban haber sido víctimas de impactos de bala mientras transitaban por el kilómetro 68. Un video, rápidamente viralizado en redes sociales, muestra el testimonio de un conductor visiblemente afectado, quien relata cómo las detonaciones resonaron en la quietud de la noche, impactando contra su parabrisas y el de otros vehículos. El pánico se palpa en su voz al describir la escena: familias que regresaban del idílico Puerto Arista, ahora enfrentando la aterradora realidad de un ataque inexplicable. La búsqueda de auxilio en la caseta de cobro, según su testimonio, resultó infructuosa, agregando otra capa de angustia a la ya preocupante situación.

La versión oficial, emitida por la Secretaría de Seguridad del Pueblo, contrasta drásticamente con los testimonios de los automovilistas. Según las autoridades, se trató de un accidente provocado por piedras, negando categóricamente cualquier incidente relacionado con armas de fuego. Esta discrepancia entre la versión oficial y los testimonios ha generado una ola de especulaciones y desconfianza en redes sociales, donde usuarios exigen una investigación exhaustiva y transparente que esclarezca los hechos. La pregunta que todos se hacen es: ¿piedras o balas? La respuesta, hasta el momento, permanece envuelta en un manto de incertidumbre.

Mientras tanto, la Fiscalía General del Estado ha iniciado una carpeta de investigación por daños a un vehículo Toyota Yaris blanco, cuyo parabrisas resultó agrietado. Según el informe oficial, los daños fueron provocados por piedras en la autopista Arriaga-Tuxtla Gutiérrez, en el kilómetro 68+400, coincidentemente cerca del lugar donde los automovilistas reportaron los supuestos disparos. Personal del punto de seguridad número tres y elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional se han desplegado en la zona para realizar las investigaciones pertinentes. Se espera que el análisis de las evidencias recogidas en el lugar, incluyendo los fragmentos del parabrisas dañado, pueda arrojar luz sobre lo sucedido y determinar si se trató de un simple accidente con piedras, como afirma la versión oficial, o si existe algo más detrás de este inquietante incidente.

La situación ha generado un clima de tensión e inseguridad entre los usuarios de la autopista Tuxtla-Tonalá. Muchos se preguntan si es seguro transitar por esta vía, especialmente durante la noche. La discrepancia entre las versiones oficiales y los testimonios de los afectados ha sembrado la duda y la desconfianza en la población, que exige respuestas claras y contundentes. ¿Se trata de un intento por minimizar la gravedad de los hechos? ¿O realmente se trató de un desafortunado accidente con piedras? Las autoridades tienen la responsabilidad de llevar a cabo una investigación exhaustiva y transparente, que despeje todas las dudas y devuelva la tranquilidad a los ciudadanos. El futuro de la seguridad en la autopista Tuxtla-Tonalá depende, en gran medida, de la claridad y la veracidad de las conclusiones de esta investigación.