El caos vial se apodera del Circuito Interior: Estudiantes del CECyT 6 exigen justicia.

La tarde de este miércoles se tiñó de un rojo intenso, no por el atardecer, sino por las luces de freno de cientos de vehículos atrapados en un monumental embotellamiento sobre el Circuito Interior. La causa: un grupo de estudiantes del Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos (CECyT) número 6 "Miguel Othón de Mendizábal" del Instituto Politécnico Nacional (IPN), quienes mantienen bloqueada la circulación a la altura de Prolongación Naranjo, en dirección al poniente.

El reloj marcaba las 15:35 horas cuando los jóvenes tomaron la importante arteria vial, paralizando el flujo vehicular y convirtiendo una de las principales vías de la Ciudad de México en un estacionamiento gigante. La escena, que se repite con cada vez mayor frecuencia en la capital, refleja la creciente frustración de los estudiantes ante la falta de respuesta a sus demandas.

En el corazón de la protesta, un clamor unánime: la destitución del director del plantel. Acusaciones de acoso por parte de autoridades y profesores de la institución han detonado la movilización, que se suma al paro de labores que actualmente mantiene el CECyT 6. Los estudiantes, cansados de la impunidad y la falta de atención a sus denuncias, han decidido alzar la voz en una de las vías más transitadas de la ciudad, buscando visibilizar su problemática y exigir una solución inmediata.

El impacto del bloqueo se extiende por kilómetros, afectando a miles de automovilistas que se dirigen hacia Avenida Jardín y la zona de Tacuba. La desesperación se palpa en el ambiente, mientras el claxon de los vehículos atrapados crea una sinfonía discordante que acompaña la protesta estudiantil.

Ante la magnitud del caos vial, las autoridades de tránsito han desplegado un operativo para intentar mitigar el impacto del bloqueo. Se recomienda a los conductores utilizar vías alternas como el Eje 2 Norte, el Eje 3 Norte y la Avenida Insurgentes, sin embargo, estas rutas también comienzan a presentar una importante carga vehicular debido a la desviación del tráfico.

Mientras el sol comienza a ocultarse, la incertidumbre se cierne sobre la ciudad. ¿Cuánto tiempo durará el bloqueo? ¿Lograrán las autoridades establecer un diálogo con los estudiantes? La respuesta a estas preguntas se encuentra en el aire, mientras la tensión crece con cada minuto que pasa. Se exhorta a la ciudadanía a mantenerse informada a través de los canales oficiales y planificar sus traslados con anticipación, ya que la situación permanece en constante evolución.

Más allá de la molestia que genera el bloqueo entre los automovilistas, es importante reflexionar sobre el trasfondo de la protesta. La voz de los estudiantes, que exigen un ambiente seguro y libre de acoso en sus instituciones educativas, debe ser escuchada. La solución al conflicto no se encuentra en la represión, sino en el diálogo y la atención a las demandas legítimas de los jóvenes. El futuro del país depende de la educación, y una educación de calidad solo puede construirse en un entorno de respeto y seguridad.