
7 de abril de 2025 a las 14:05
Alerta: Deuda pública en ascenso
La sombra de la deuda pública se cierne sobre el horizonte económico mexicano. Diecinueve billones novecientos cincuenta y ocho mil cuatrocientos cincuenta y siete punto cuatro billones de pesos. Una cifra que marea, que se traduce en compromisos financieros gigantescos y que, según las proyecciones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), marcará el panorama económico del 2026. Este incremento, equivalente a un 2.5% en términos reales respecto al cierre estimado para 2025, plantea interrogantes cruciales sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas y el futuro económico del país.
El Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP), el indicador más amplio para medir la deuda, se estima que alcanzará un preocupante 52.3% del PIB tanto en 2025 como en 2026. Este porcentaje, superior al 51.4% aprobado para el presente año, enciende las alarmas y exige un análisis profundo de las causas y las posibles consecuencias. La SHCP atribuye este aumento a un "efecto contable" derivado de la depreciación del tipo de cambio, que impacta directamente en el valor en pesos de los pasivos contraídos en moneda extranjera. Si bien la Secretaría asegura que este efecto no compromete la liquidez del sector público ni deteriora el balance primario o estructural, la realidad es que un aumento en la deuda, independientemente de su origen, representa un mayor compromiso para las finanzas nacionales.
Mantener la deuda en el 52.3% del PIB para 2026 se convierte, entonces, en un objetivo crucial para el gobierno. Para lograrlo, se plantea la necesidad de mantener los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP) entre el 3.2% y el 3.5% del PIB. Un desafío considerable, sobre todo considerando la previsión de una baja en los ingresos presupuestales de 64.4 mil millones de pesos en 2026 respecto a lo aprobado en la Ley de Ingresos 2025. Este escenario plantea la necesidad de implementar estrategias de contención del gasto y de optimización de la recaudación, sin afectar las inversiones necesarias para el desarrollo del país.
La situación exige una gestión financiera rigurosa y transparente, que genere confianza en los mercados y garantice la estabilidad económica. La ciudadanía necesita información clara y accesible sobre el manejo de la deuda pública y las medidas que se implementarán para controlarla. Es fundamental comprender que el futuro económico del país depende, en gran medida, de la capacidad del gobierno para gestionar responsablemente sus finanzas y garantizar la sostenibilidad de la deuda a largo plazo. El debate público sobre este tema es crucial para construir un futuro económico sólido y próspero para todos los mexicanos. ¿Cuáles serán las estrategias del gobierno para enfrentar este desafío? ¿Cómo impactará esta situación en la vida de los ciudadanos? Son preguntas que exigen respuestas claras y contundentes.
Fuente: El Heraldo de México