
7 de abril de 2025 a las 18:20
Adiós a los lentes del Ceremonia
La tragedia que eclipsó la música y el arte en el Parque Bicentenario ha dejado una profunda herida en la comunidad artística y periodística de México. El eco del derrumbe que arrebató la vida de Berenice Giles y Miguel Ángel Rojas, dos jóvenes fotógrafos que buscaban capturar la esencia del Festival Axe Ceremonia 2025, resuena con dolor e indignación. Lo que debía ser una celebración de la música y la cultura se transformó en un escenario de luto y cuestionamientos.
La noticia, como una onda expansiva, se propagó rápidamente por redes sociales, generando una ola de condolencias, pero también de rabia y exigencia de justicia. Artistas como Macario Martínez, con su voz cargada de tristeza y empatía, se sumaron al clamor colectivo. "Nuestros amigos y yo nos sentimos tristes y consternados…", palabras que reflejan el sentir de muchos. No solo se llora la pérdida de dos vidas jóvenes y llenas de promesa, sino también la vulnerabilidad de quienes, como Bere y Miguel, se dedican a documentar la cultura desde la trinchera independiente. La imagen que circula en redes, un símbolo de protesta y homenaje, se ha convertido en el estandarte de una lucha por condiciones de trabajo seguras para fotógrafos y periodistas.
La solidaridad no se limita a las palabras. Desde Monterrey, en el Tecate Pa'l Norte, el eco de la tragedia resonó en el escenario. Jumbo, la banda regiomontana, rindió un emotivo tributo a los fallecidos con su tema "Fotografías", un gesto que demuestra que la música, más allá del entretenimiento, puede ser un vehículo de consuelo y unión en momentos de dolor. Carla Morrison, Ed Maverik, Daniela Spalla, The Marias, Charli XCX, Hanumankind, Valgur, Nsqk y DJ Digola, nombres que se suman a la lista de artistas que exigen respuestas y justicia. No se trata solo de un acto de solidaridad con el gremio periodístico, sino de un llamado a la responsabilidad y a la protección de quienes, con su trabajo, enriquecen la experiencia cultural.
La decisión de continuar con el festival tras el incidente ha generado controversia y debate. Mientras algunos argumentan que la música debía seguir como un homenaje a la vida, otros critican la falta de sensibilidad y la aparente priorización del espectáculo por encima del respeto al duelo. La cancelación del segundo día, aunque tardía, fue inevitable ante la presión pública y la gravedad de los hechos. Los sellos de suspensión en el Parque Bicentenario no solo clausuran un evento, sino que simbolizan la necesidad de una profunda reflexión sobre la seguridad en los espectáculos masivos y la precariedad laboral que enfrentan muchos profesionales de la comunicación.
El caso de Berenice y Miguel Ángel trasciende el ámbito del festival. Se convierte en un llamado de atención a las autoridades, a las empresas organizadoras y a la sociedad en general, para que se garantice la seguridad de quienes trabajan en estos eventos. La pregunta que queda en el aire es: ¿cuántas tragedias más serán necesarias para que se implementen medidas efectivas que protejan la vida de quienes, como Bere y Miguel, solo buscaban capturar la magia de la música a través de su lente?
Fuente: El Heraldo de México