
7 de abril de 2025 a las 01:05
Tragedia en Quiatoni: Síndico asesinado
La tensión se palpa en el aire en San Pedro Quiatoni, Tlacolula. La noticia del secuestro y posterior asesinato del síndico procurador Sergio Ángeles López ha conmocionado a la comunidad y destapado una olla a presión de conflictos latentes. El presidente municipal, Marcelo García Sánchez, visiblemente afectado, no ha escatimado en críticas hacia la Guardia Nacional y las autoridades locales, denunciando su ineficacia y la falta de un operativo de seguridad que pudiera haber prevenido esta tragedia. Sus palabras, cargadas de indignación y tristeza, resuenan en el vacío dejado por la ausencia del funcionario. La imagen de los elementos de seguridad abandonando su puesto sin brindar información ni apoyo es una herida abierta en la confianza de la población.
La versión del edil contrasta con el reporte oficial de la Fiscalía, que habla de dos fallecidos. Esta discrepancia, lejos de aclarar la situación, añade una capa de misterio y desconfianza a un escenario ya de por sí turbio. La mención de una tercera víctima sin identificar alimenta las especulaciones y la incertidumbre en un ambiente ya caldeado por la violencia. La sombra de la "organización de Agencias Unidas", vinculada con Soledad Salinas, se cierne sobre el municipio, añadiendo un componente de crimen organizado a la ya compleja ecuación.
El trasfondo de esta tragedia se encuentra en la disputa por los recursos municipales y la ambición de la agencia de policía "El Porvenir" por elevar su rango. La aprobación del Decreto 2450 por parte del Congreso del Estado, sin la consulta previa a las comunidades, se revela ahora como un acto de irresponsabilidad que ha sembrado la discordia y la violencia. La impugnación del decreto por parte de la autoridad municipal de Quiatoni y la posterior intervención de la Suprema Corte de Justicia de la Nación dibujan un panorama de luchas de poder y desatención a las necesidades reales de la población.
¿Qué futuro le espera a San Pedro Quiatoni? La respuesta es incierta. La herida abierta por la muerte del síndico procurador tardará en cicatrizar. La desconfianza en las autoridades, la presencia de grupos criminales y la disputa por los recursos municipales son ingredientes explosivos que amenazan con desestabilizar aún más la región. Urge una intervención decidida de las autoridades estatales y federales para restablecer el orden, garantizar la seguridad de la población y atender las causas profundas de este conflicto. El silencio y la inacción solo perpetuarán el ciclo de violencia que hoy enluta a San Pedro Quiatoni. Es necesario un diálogo inclusivo y una gestión transparente de los recursos que permita a todas las comunidades sentirse partícipes del desarrollo y la paz. El futuro de Quiatoni depende de la capacidad de sus habitantes y de sus gobernantes para construir puentes de entendimiento y superar las diferencias que hoy los dividen. La justicia para Sergio Ángeles López y para todas las víctimas de la violencia es un primer paso indispensable en ese camino.
Fuente: El Heraldo de México