
6 de abril de 2025 a las 09:10
México: ¿Hacia dónde va la fiscalización?
La lucha contra la corrupción es una batalla constante que requiere de estrategias multifacéticas y una revisión continua de los mecanismos implementados. Si bien la fiscalización del gasto público se erige como un pilar fundamental en esta lucha, es evidente que el sistema actual enfrenta importantes desafíos. No basta con la existencia de órganos internos de control, auditorías superiores y la participación de despachos externos. La verdadera eficacia radica en la sinergia entre estos actores, en la coordinación fluida y la interacción constante dentro del Sistema Nacional de Fiscalización.
La reciente publicación de "Los retos de la Fiscalización en México" nos brinda un panorama amplio y profundo de la situación actual. La obra, con sus 27 capítulos y 34 articulistas, pone el dedo en la llaga al analizar el funcionamiento de los órganos fiscalizadores, los procedimientos empleados y las tendencias emergentes. Su valor reside en la accesibilidad de su contenido, dirigido no solo a expertos, sino también a quienes se inician en el estudio de esta compleja temática. La invitación a la reflexión está abierta y disponible para todos.
Sin embargo, el análisis no debe quedarse en la teoría. Es imperativo llevar a la práctica las propuestas planteadas y emprender una profunda revisión de las instancias de fiscalización. La coordinación entre los diferentes niveles de gobierno (federal, estatal y municipal) debe fortalecerse, superando las barreras burocráticas y promoviendo la colaboración efectiva. La tecnología, sin duda, juega un papel crucial en este proceso. La incorporación de nuevas herramientas, como la inteligencia artificial y el desarrollo de algoritmos, puede optimizar la detección de irregularidades y agilizar las investigaciones. No obstante, es importante tener presente que la tecnología por sí sola no es la panacea. La capacitación del personal, el desarrollo de competencias específicas y la profesionalización de los servidores públicos son factores igualmente determinantes.
En este sentido, la creación de una normativa específica para los procesos de ingreso, formación y evaluación del desempeño es fundamental. La certificación en áreas clave como Auditoría, Buen Gobierno, Investigación y Sustanciación, Transparencia y Protección de Datos Personales, garantizará la idoneidad y la competencia de quienes asumen la responsabilidad de fiscalizar los recursos públicos. El informe del Sistema Nacional de Fiscalización, que revela que el 59% de sus integrantes identifica la falta de personal capacitado como un área de mejora, es una señal de alarma que no podemos ignorar.
La corrupción es un cáncer que socava las bases de nuestra sociedad. La fiscalización, si bien es una herramienta poderosa para combatirla, requiere de un replanteamiento integral. No podemos permitir que la ineficiencia, la falta de coordinación y la escasez de recursos humanos capacitados limiten su potencial. El camino hacia una gestión pública transparente y eficiente exige un compromiso firme de todos los actores involucrados. Redoblar esfuerzos, invertir en capacitación y aprovechar las ventajas que ofrece la tecnología son pasos indispensables en esta cruzada contra la corrupción. ¡Es hora de actuar con decisión y construir un futuro más justo y transparente para todos!
Fuente: El Heraldo de México