
6 de abril de 2025 a las 21:25
El Papa regresa al Vaticano
La inesperada aparición del Papa Francisco este domingo en la Plaza de San Pedro ha conmovido al mundo. Tras una larga hospitalización por una doble neumonía que mantuvo en vilo a la comunidad católica global, el pontífice argentino, de 88 años, se presentó ante los fieles en silla de ruedas, con cánulas nasales de oxígeno, pero con una visible fortaleza de espíritu que irradiaba esperanza.
Su breve saludo, un "Buen domingo a todos. Muchas gracias", pronunciado con voz frágil pero audible, resonó con fuerza entre los miles de presentes que lo aclamaban con emoción. La imagen del Papa bendiciendo a la multitud desde la plaza, dos semanas después de su salida del hospital Gemelli de Roma, ha dado la vuelta al mundo, convirtiéndose en un símbolo de resiliencia y fe.
Para muchos de los presentes, este encuentro fue un regalo inesperado. Dora Moncada, una médica italiana, confesó a AFPTV su profunda emoción al ver al Santo Padre, pues no imaginaba que su estado de salud le permitiese realizar esta aparición pública. Janet Muchengwa, enfermera del Reino Unido, compartió la misma sorpresa: "No lo esperábamos hasta que lo vi en la pantalla. No podía creerlo". Estos testimonios reflejan el sentir generalizado de asombro y alegría que se vivió en la Plaza de San Pedro.
La aparición del Papa, la primera en el Vaticano desde su ingreso hospitalario el 14 de febrero, no había sido anunciada, lo que acrecentó la sorpresa y la emoción del momento. Su presencia, a tan solo dos semanas de la Semana Santa, abre una ventana de esperanza sobre su posible participación en las celebraciones pascuales, aunque aún no se ha confirmado oficialmente. Las especulaciones sobre su estado de salud, que han circulado durante semanas, parecen disiparse ante la evidencia de su recuperación, aunque lenta pero progresiva.
Fuentes del Vaticano, que han preferido mantener el anonimato, confirman la mejoría del Papa: "Está mejorando, está claro, y quiere que se vea". Aunque aún no se encuentra en condiciones óptimas para grabar un mensaje, su decisión de presentarse ante los fieles demuestra su voluntad de estar cerca de su pueblo, un gesto profundamente significativo para los 1.400 millones de católicos del mundo.
A pesar de las recomendaciones médicas de reposo y de evitar el contacto con los fieles para prevenir una recaída, el Papa Francisco ha querido mostrar su cercanía y compartir un momento de oración y bendición. Minutos antes de su aparición, según un comunicado del Vaticano, recibió el sacramento de la reconciliación en la Basílica de San Pedro, se reunió en oración y atravesó la Puerta Santa, un acto simbólico de gran significado espiritual.
Si bien no pronunció la oración dominical del Ángelus, que fue publicada por escrito, sus palabras escritas resonaron con la misma fuerza que si hubieran sido pronunciadas en voz alta. En ellas, el Papa elevó una oración por los médicos, enfermeros y trabajadores sanitarios, reconociendo su labor y las difíciles condiciones en las que a menudo se ven obligados a trabajar. Asimismo, imploró por la paz en el mundo, haciendo especial mención a la "martirizada Ucrania" y a la situación en Sudán, Sudán del Sur, República Democrática del Congo, Birmania y Haití, países sumidos en conflictos y violencia.
La imagen del Papa Francisco en la Plaza de San Pedro, frágil pero lleno de espíritu, se ha convertido en un testimonio de fe y esperanza para millones de personas en todo el mundo. Su presencia, aunque breve, ha llenado de alegría y consuelo a los fieles, quienes ven en él un símbolo de fortaleza y perseverancia ante la adversidad. El camino hacia la plena recuperación aún puede ser largo, pero la voluntad del Papa de estar cerca de su pueblo, aún en momentos de dificultad, es un mensaje poderoso de amor y cercanía que trasciende las fronteras y las culturas.
Fuente: El Heraldo de México