5 de abril de 2025 a las 17:40
Ola de calor afecta a estudiantes veracruzanos
La indignación se palpa en el aire de Coatepec. La imagen de entre 30 y 40 niños desmayados en la explanada de la escuela secundaria general “Maestro Efrén Ramírez Hernández” ha conmocionado a la comunidad y desatado la furia de los padres. No se trata solo del incidente en sí, sino de la presunta negligencia que lo rodeó, la falta de previsión ante una ola de calor que ha abrazado a la región capital de Veracruz con temperaturas que alcanzaron los 31 grados centígrados. El sol, implacable, se convirtió en un enemigo silencioso mientras los estudiantes cumplían con el ritual cívico del Himno Nacional. El acto patriótico se transformó en una escena de angustia y desesperación.
Las voces de los padres, cargadas de rabia y preocupación, se alzan exigiendo la destitución del director, Ismael Pozos Pozos. Lo acusan de omisión de cuidados, de no haber establecido un protocolo de emergencia que protegiera a los alumnos de las altas temperaturas. Ana Lili Alcántara, madre de una de las alumnas afectadas, relata la impotencia que sintió al ver la desorganización y la falta de recursos: "No tenían alcohol, no tenían agua". Su testimonio dibuja un escenario caótico donde la ayuda llegó tarde y de forma precaria, donde los propios alumnos, con un instinto de solidaridad conmovedor, se prestaron auxilio mutuamente ante la pasividad del personal docente.
La falta de preparación ante una situación previsible resulta aún más alarmante si consideramos que el plantel educativo cuenta con más de 630 alumnos. La magnitud de la tragedia que se pudo haber desatado estremece. La suspensión de clases del jueves, aunque necesaria para atender a los menores afectados, no borra la sensación de que se pudo haber evitado.
La Secretaría de Educación de Veracruz (SEV), en una reacción tardía pero necesaria, ha prohibido las actividades bajo el sol y ha emitido una circular exhortando a los padres a proporcionar a sus hijos agua y fruta de temporada. Se habla de la activación de protocolos de seguridad, pero la pregunta que queda en el aire es ¿por qué no se activaron antes? ¿Por qué esperar a que decenas de niños se desmayen para tomar medidas que debieron ser obvias ante las altas temperaturas?
La reanudación de clases este viernes se produce en un ambiente tenso. La comunidad educativa exige respuestas y garantías de que este tipo de incidentes no se repetirán. La mirada está puesta en las autoridades escolares, en su capacidad de asumir responsabilidades y de implementar medidas efectivas que protejan la salud y el bienestar de los estudiantes. El derecho a la educación no puede estar reñido con el derecho a la salud y a la seguridad. La sombra de lo ocurrido el jueves se proyecta sobre el futuro del plantel, un recordatorio constante de la importancia de la prevención y de la responsabilidad que recae sobre quienes tienen a su cargo la formación de las nuevas generaciones.
La circular emitida por la Dirección de la escuela, aunque intenta tranquilizar a la comunidad educativa, deja un sabor amargo. Se habla del interés superior de la niñez y del derecho a la educación, la salud y la seguridad, pero estas palabras suenan huecas ante la realidad de los hechos. La confianza se ha roto y solo el tiempo y las acciones concretas podrán reconstruirla. La comunidad de Coatepec espera, vigilante, que se haga justicia y que se tomen las medidas necesarias para que la escuela, en lugar de ser un escenario de riesgo, sea un espacio seguro y propicio para el aprendizaje y el desarrollo integral de sus hijos.
Fuente: El Heraldo de México