La indignación y el dolor embargan a la familia de Ezzaú y Justin. Daniela Reyes, familiar de las víctimas, alza la voz en medio del clamor popular que, erróneamente, ha elevado a la figura de Carlota N a la categoría de heroína. Lejos de la imagen de "abuela vengadora" o "abuela sicaria" que se ha propagado en redes sociales, Daniela Reyes busca justicia para sus seres queridos, asesinados a sangre fría. El eco de las balas aún resuena en sus oídos, un recordatorio constante de la tragedia que ha destrozado a su familia. Desde el velorio de Ezzaú y Justin, Daniela exige a las autoridades del Estado de México que el doble homicidio no quede impune, que se investigue a fondo y se aplique todo el peso de la ley.

La joven, quien grabó el escalofriante video que se viralizó, relata cómo sus familiares fueron víctimas de un fraude inmobiliario. Ezzaú y Justin, con la ilusión de un nuevo hogar, rentaron la propiedad en la Unidad Habitacional Ex Hacienda de Guadalupe, en Tlapala, sin saber que se adentraban en una trampa mortal. Daniela Reyes asegura que Carlota N, de 74 años, no intentó dialogar, no buscó una solución pacífica. Actuó con una violencia desmedida, arrebatándoles la vida sin mediar palabra.

La versión de la familia de Carlota N, quienes alegan ser los legítimos dueños del inmueble, contrasta con la realidad vivida por Ezzaú y Justin. Daniela Reyes afirma que nunca les mostraron documentos que acreditaran la propiedad. "Nos dijeron que habían denunciado por robo y despojo, y les dijimos que nosotros también lo haríamos, porque nos habían estafado. Pero nunca se identificaron, nunca mostraron un solo papel", declara con la voz entrecortada por la angustia. La incertidumbre y la desconfianza se suman al dolor de la pérdida. ¿Quiénes son los verdaderos responsables? ¿Cómo se pudo llegar a este extremo?

La detención de Carlota N, el pasado 2 de abril en Iztapalapa, tras un operativo coordinado entre autoridades capitalinas y mexiquenses, abre una nueva etapa en la búsqueda de la verdad. La Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGEM) tiene en sus manos un caso complejo, con versiones encontradas y un trasfondo de posibles fraudes inmobiliarios. La denuncia presentada por Mariana N, hija de Carlota, en la que acusa a Ezzaú y Justin de despojo, añade otra capa de complejidad a la investigación.

Mientras tanto, vecinos de la Unidad Habitacional Ex Hacienda de Guadalupe, señalan la presencia del Sindicato 22 de Octubre, un grupo que presuntamente ha invadido otras viviendas en la zona. ¿Existe una conexión entre este grupo y el trágico suceso? ¿Hay una red de fraude y despojo operando en la zona? Estas son algunas de las preguntas que las autoridades deberán responder para esclarecer los hechos y hacer justicia a las víctimas. El caso de Ezzaú y Justin no puede quedar en el olvido, sepultado bajo la ola de indignación y la distorsionada imagen de una "abuela vengadora". La verdad debe salir a la luz. La justicia debe prevalecer.