La industria del entretenimiento se encuentra de luto tras la partida de Robert Trebor, un rostro familiar para los amantes de la fantasía y la aventura de los años 90. Su interpretación del carismático y a menudo taimado Salmoneus, un comerciante con una labia tan afilada como su ingenio para los negocios, dejó una huella imborrable en las series "Hércules: Los viajes legendarios" y "Xena: La princesa guerrera". Trebor, con su inconfundible bigote y una mirada pícara que transmitía tanto astucia como vulnerabilidad, logró dar vida a un personaje que, si bien secundario, se convirtió en un favorito del público gracias a su humor irreverente y su inquebrantable optimismo, incluso en las situaciones más adversas.

Su fallecimiento, ocurrido el pasado 11 de marzo de 2025 a la edad de 71 años, ha dejado un vacío en el corazón de sus seguidores y colegas. Las complicaciones derivadas de una sepsis, según confirmó su esposa, Deirdre Hennings, al prestigioso medio The Hollywood Reporter, fueron la causa de su partida en el Centro Médico de Los Ángeles. La noticia ha generado una ola de tributos y condolencias en las redes sociales, donde fans de todo el mundo recuerdan con cariño las andanzas de Salmoneus, sus ingeniosos timos, sus constantes intentos por enriquecerse (a menudo infructuosos) y, sobre todo, su innegable lealtad a Hércules y Xena, a quienes acompañó en innumerables aventuras a lo largo de ambas series.

Más allá de su icónico papel como Salmoneus, la carrera de Robert Trebor abarcó décadas de trabajo en cine y televisión. Desde pequeños papeles en películas de renombre hasta apariciones en series televisivas de gran audiencia, Trebor demostró una versatilidad y un compromiso con su oficio que le valieron el respeto de la industria. Su presencia en pantalla, aunque a veces breve, siempre dejaba una impresión duradera. Poseía una habilidad especial para imbuir a sus personajes, incluso a los más pequeños, con una chispa de humanidad y un toque de humor que los hacía memorables.

La pérdida de Robert Trebor es un recordatorio de la fragilidad de la vida y de la importancia de celebrar el legado de aquellos que nos han entretenido e inspirado. Su contribución al mundo del entretenimiento, especialmente al género de la fantasía, permanecerá viva en el recuerdo de quienes crecieron con las aventuras de Hércules y Xena, y en las nuevas generaciones que descubren estas series atemporales. Su carisma, su talento y su inconfundible interpretación de Salmoneus seguirán resonando en el imaginario colectivo, un testimonio de su dedicación al arte de la actuación y de su capacidad para conectar con el público a través de la pantalla. Descanse en paz, Robert Trebor. Su legado, como el oro que tanto ansiaba su personaje, perdurará a través del tiempo.