
4 de abril de 2025 a las 04:15
Tesoro Beatle: Disco inédito aparece en Vancouver
La historia de la música está llena de anécdotas fascinantes, pero pocas tan sorprendentes como el hallazgo de una cinta demo original de los Beatles en una pequeña tienda de discos en Vancouver. Imaginen la escena: Neptoon Records, un refugio para melómanos con su fachada color menta, resguardando sin saberlo un tesoro musical de valor incalculable. Rob Frith, el dueño, navegabando entre vinilos y casetes, seguramente nunca imaginó que entre sus manos tenía la grabación de la audición que, para muchos, marcó el destino de la música popular.
Una audición "espantosa", según la crítica de la época, realizada un frío 1 de enero de 1962 en los estudios de Decca Records en Londres. Con Pete Best aún en la batería, los jóvenes Beatles interpretaron quince canciones, una mezcla de covers y temas originales, ante la mirada incrédula de los ejecutivos. ¿Quién podría haber previsto que aquellos chicos, rechazados por Decca, se convertirían en el fenómeno global que conocemos? La historia, a veces caprichosa, nos regala esta ironía: la cinta que documenta uno de los mayores errores de la industria musical, terminó olvidada en una caja, etiquetada simplemente como "Beatles Demos".
Durante años, Frith convivió con esta joya sin conocer su verdadero valor. Quizás la vio cientos de veces, pensando que se trataba de una simple grabación de aficionados. La casualidad, o el destino, lo llevó a compartir la cinta con su amigo Larry Hennessey, un experto curador musical. La calidad del sonido, la nitidez de las interpretaciones, despertaron la sospecha de Hennessey. No se trataba de una copia cualquiera, sino de algo mucho más importante. Frith, incrédulo, compartió su descubrimiento en Instagram, desatando una ola de comentarios y especulaciones. Expertos de todo el mundo analizaron la grabación, confirmando la autenticidad del hallazgo: la cinta era la prueba irrefutable de aquella audición legendaria.
Pero, ¿cómo llegó esta reliquia musical a Vancouver? La respuesta llegó desde México, de la mano de Jack Hershcorn, un jubilado que en los años 70 trabajó para la discográfica Can-Base. Hershcorn obtuvo la cinta de un ejecutivo de Decca con la intención de publicarla, un proyecto que finalmente nunca se concretó. El tiempo pasó, la cinta quedó olvidada, hasta que reapareció en Neptoon Records, como un mensaje en una botella musical, esperando ser descubierto.
Frith, consciente del valor histórico de la grabación, ha descartado la idea de venderla. Su deseo es subastarla y destinar los fondos a una causa benéfica, o, en un giro aún más romántico, regalársela a Paul McCartney si alguna vez visita su tienda. Una historia que nos recuerda que la música, como la vida, está llena de sorpresas, segundas oportunidades, y la magia de los encuentros inesperados. La audición que pudo haber sepultado la carrera de los Beatles, resurge décadas después como un testimonio de su talento incipiente, una cápsula del tiempo que nos permite escuchar los primeros acordes de la leyenda.
Fuente: El Heraldo de México