En un momento crucial para la nación, el gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya, ha alzado la voz para expresar no solo la admiración, sino también el profundo reconocimiento del pueblo tamaulipeco hacia la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. Su liderazgo, firme y visionario, ha sido la brújula que guía al país a través de las complejidades actuales, priorizando el diálogo y la colaboración estratégica con los Estados Unidos de América. Este enfoque, basado en la construcción de puentes y el entendimiento mutuo, se presenta como un elemento clave para sortear los desafíos y forjar un futuro próspero para ambos países.

La presencia del gobernador Villarreal Anaya junto a la presidenta Sheinbaum durante la presentación del ambicioso conjunto de 18 acciones y programas que fortalecerán el Plan México, subraya el compromiso inquebrantable de Tamaulipas con esta iniciativa transformadora. El respaldo decidido del gobierno estatal a los objetivos del Plan México se traduce en un esfuerzo conjunto para impulsar el mercado interno, dignificar los salarios de los trabajadores, y consolidar la soberanía alimentaria y energética. Estos pilares, fundamentales para el desarrollo sostenible y la justicia social, se alinean con la visión de un México próspero e independiente.

En un contexto donde la unidad nacional se vuelve imperativa, el gobernador Villarreal Anaya ha enfatizado el apoyo incondicional del pueblo de Tamaulipas al liderazgo de la presidenta Sheinbaum Pardo. "Cerramos filas", declaró con convicción, manifestando la confianza depositada en la capacidad de la presidenta para conducir con éxito la segunda etapa de la Cuarta Transformación. Estas palabras, cargadas de simbolismo, reflejan la esperanza de un futuro mejor y la determinación de trabajar unidos para alcanzarlo. El exclamado “¡Tenemos mucha presidenta!”, resonó con fuerza, trascendiendo el simple elogio para convertirse en una declaración de confianza plena en el liderazgo de Sheinbaum.

El Museo Nacional de Antropología, testigo silente de la riqueza histórica y cultural de México, sirvió como escenario para la presentación del Plan México ante una audiencia diversa y representativa. Gobernadores, legisladores, líderes empresariales, representantes sindicales, miembros del gabinete y representantes de pueblos originarios, escucharon atentamente las palabras de la presidenta Sheinbaum, quien describió el Plan México como la ruta para construir un país más justo, próspero y sostenible. Un país con mayor empleo bien remunerado, menor pobreza y desigualdad, mayor inversión, innovación y respeto al medio ambiente.

La presidenta Sheinbaum, con la firmeza y convicción que la caracterizan, reafirmó su compromiso inquebrantable con el pueblo de México. Sus palabras, cargadas de emoción, resonaron en el recinto: “Haré todo lo que esté en mi mente, mi corazón y mis manos para estar a la altura del pueblo de México”. Este mensaje, directo y contundente, trascendió el discurso formal para convertirse en una promesa solemne. La presidenta destacó los valores fundamentales que guían su accionar: honestidad, autoridad moral y la profunda convicción de que la unidad nacional es la clave para construir el mejor México posible. “Tenemos lo principal: mucho pueblo”, concluyó, en un llamado a la participación activa y corresponsable de todas y todos los mexicanos en la construcción del futuro del país.