
4 de abril de 2025 a las 12:30
Stellantis frena producción en México
La industria automotriz, un pilar fundamental de la economía mexicana, se encuentra en un momento de incertidumbre y reajuste. Las recientes decisiones arancelarias impuestas por el gobierno estadounidense han generado una onda expansiva que llega hasta el corazón de las líneas de producción en México. Stellantis, el gigante automotriz que alberga marcas emblemáticas como Chrysler, Jeep, Dodge y Ram, se ha visto obligado a tomar medidas drásticas, incluyendo la suspensión temporal de sus operaciones en plantas clave ubicadas en Saltillo, Coahuila, y Toluca, Estado de México. Esta decisión, calificada por la propia empresa como una medida de "resiliencia", pone de manifiesto la compleja interdependencia económica entre México y Estados Unidos, y cómo las políticas comerciales pueden impactar directamente en la generación de empleos y la estabilidad de la industria.
La pausa en la producción, que también afecta a la planta de Windsor en Canadá, no es un hecho aislado. Se enmarca en un contexto de creciente preocupación por los efectos a mediano y largo plazo que estos aranceles podrían tener en las operaciones de la compañía. Antonio Filosa, director de Operaciones de Stellantis para América, ha expresado la necesidad de evaluar cuidadosamente la situación y tomar medidas que permitan salvaguardar la viabilidad del negocio. La incertidumbre se cierne sobre el futuro de cerca de 900 puestos de trabajo en Estados Unidos, que según la compañía, podrían estar en riesgo debido a estas medidas proteccionistas.
En el complejo de Toluca, donde se fabrican la Jeep Compass y la Dodge Journey, y en Saltillo, hogar de la producción de camiones y camionetas Ram, el silencio de las líneas de producción se traduce en una palpable inquietud entre los trabajadores. La suspensión, aunque temporal, abre interrogantes sobre la estabilidad laboral y el futuro de la industria en la región. Mientras tanto, en el norte del país, una noticia esperanzadora emerge en medio de la turbulencia.
En contraste con el panorama de incertidumbre que rodea a Stellantis, Nuevo León se prepara para recibir una inyección de capital que promete impulsar la economía local y generar miles de empleos. Volvo Trucks ha anunciado la ampliación de su inversión en el estado, incrementándola de 750 millones a mil millones de dólares. Esta decisión estratégica permitirá la construcción de una nueva planta dedicada a la fabricación de camiones, un proyecto que se espera inicie en 2024 y entre en operación en 2026.
El gobernador de Nuevo León, Samuel García, ha celebrado este importante logro, destacando el impacto positivo que tendrá en la generación de empleo y el desarrollo económico de la región. Se estima que la nueva planta de Volvo Trucks en Ciénega de Flores creará 2,500 empleos directos, una cifra que inyectará dinamismo al mercado laboral y contribuirá al crecimiento de la industria automotriz en el estado. Este anuncio, sin duda, representa un soplo de aire fresco en un momento en que la industria automotriz mexicana se enfrenta a importantes desafíos.
La expansión de Volvo Trucks en Nuevo León contrasta con la situación que atraviesa Stellantis, poniendo de manifiesto la complejidad y la dinámica cambiante del sector automotriz. Mientras unas empresas se ven obligadas a reajustar sus operaciones e implementar medidas de contingencia ante las presiones comerciales, otras encuentran oportunidades para crecer e invertir, apostando por el futuro de la industria en México. El tiempo dirá cómo se resuelve esta ecuación y cuál será el impacto final de las decisiones políticas y económicas en el panorama automotriz de la región.
Fuente: El Heraldo de México