
4 de abril de 2025 a las 14:30
Secuestro frustrado en Chimalhuacán: La historia de una niña valiente
La tranquilidad de la colonia San Agustín en Chimalhuacán se vio fracturada el pasado 31 de marzo. Una estudiante de secundaria, caminando por la calle Tierra y Libertad, estuvo a punto de ser víctima de un secuestro. Las imágenes captadas por una cámara de seguridad, ahora virales en redes sociales, muestran la escalofriante escena: una camioneta negra tipo van, marca Chevrolet, intercepta a la menor. La rápida reacción de la joven, al acelerar el paso ante la inminente amenaza, no fue suficiente. Uno de los ocupantes del vehículo la alcanzó y la sujetó con violencia. Afortunadamente, los gritos de auxilio de la estudiante alertaron a los vecinos y, presuntamente, a sus propios padres, quienes intervinieron de inmediato, frustrando el secuestro. Sin embargo, la victoria fue agridulce. Los delincuentes lograron escapar en la misma camioneta, dejando tras de sí una comunidad conmocionada y una familia con el susto aún en el cuerpo.
La difusión del video en redes sociales se convirtió en una herramienta clave para la búsqueda de justicia. La esperanza es que alguien reconozca la camioneta, con sus detalles distintivos, o al agresor, quien vestía una camiseta amarilla al momento del incidente. La incertidumbre se mezcla con la indignación. Si bien horas después se reportó una camioneta similar accidentada en la colonia Las Flores, Nezahualcóyotl, con dos hombres alcoholizados a bordo, la conexión con el intento de secuestro en Chimalhuacán sigue siendo una incógnita. ¿Se trata de los mismos individuos? ¿Permanecen detenidos o han sido liberados? Las preguntas sin respuesta alimentan la angustia y la exigencia de mayor seguridad.
Este caso ha desatado una ola de reclamos en redes sociales. Vecinos de Chimalhuacán denuncian un incremento alarmante de la inseguridad, lejos de ser hechos aislados, y exigen a las autoridades acciones concretas. Patrullajes más frecuentes, mejor iluminación en zonas oscuras y una red más robusta de cámaras de seguridad son algunas de las demandas ciudadanas para recuperar la tranquilidad en sus calles.
El eco de este incidente resuena con otros casos similares en el país, como el ocurrido en Nativitas, Tlaxcala, donde un presunto secuestrador y abusador de una menor fue linchado por la comunidad. La comparación inevitable pone sobre la mesa la frustración ciudadana ante la ineficacia de las instituciones y el debate sobre los límites de la justicia por mano propia. Si bien la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros condenó el linchamiento, el clamor por seguridad y justicia sigue resonando con fuerza en ambos estados. La pregunta que queda en el aire es: ¿qué medidas se tomarán para prevenir futuros incidentes y garantizar la seguridad de los ciudadanos, especialmente de los más vulnerables? La respuesta, sin duda, marcará el rumbo de la confianza en las instituciones y la convivencia social. El miedo y la incertidumbre no pueden ser la norma en una sociedad que aspira a la paz y la justicia.
Fuente: El Heraldo de México