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4 de abril de 2025 a las 20:45

Michel Duval aclara: ¿Ladrón de chamarras?

La controversia desatada por las declaraciones del productor Pedro Montiel, acusando a Michel Duval de la sustracción de una costosa chamarra Fendi, ha generado un torbellino de reacciones en el mundo del espectáculo. Montiel, conocido por su larga trayectoria en la producción de eventos masivos, no escatimó en detalles al relatar el supuesto incidente ocurrido años atrás a la salida de un centro nocturno, estimando el valor de la prenda en alrededor de 90 mil pesos. Este señalamiento directo ha puesto a Duval, hijo de la reconocida comediante Consuelo Duval, en el ojo del huracán mediático.

La respuesta de Michel Duval no se hizo esperar. En un encuentro con la prensa, el actor, conocido por su participación en la telenovela "Parientes a la Fuerza", se defendió de las acusaciones, manifestando su sorpresa y decepción ante lo que considera una difamación. "Soy una persona respetuosa," declaró Duval, "y no me atrevería a criticar a nadie de esa manera. Quienes me conocen saben la clase de persona que soy." Sus palabras reflejan la incredulidad ante la magnitud de la acusación, enfatizando sus valores y la improbabilidad de cometer un acto semejante.

Duval cuestionó la motivación de Montiel, a quien afirma conocer superficialmente. "¿Por qué alguien hablaría de mí sin conocerme realmente?", preguntó, insinuando una posible intención oculta detrás de las acusaciones. "Si me conocieras, tendrías mi número de teléfono," añadió, recalcando la falta de cercanía entre ambos y la naturaleza pública e innecesaria del señalamiento. La distancia que marca entre él y el productor refuerza la idea de una acusación infundada, proveniente de alguien con quien no mantiene una relación cercana.

La insistencia de Duval en resolver el asunto de forma privada añade otra capa de complejidad al conflicto. "¿Por qué hacer de esto un escándalo?", cuestionó, sugiriendo que la controversia se alimenta del morbo mediático. "Entiendo que el chisme vende, pero esto se ha salido de proporción," continuó, manifestando su desilusión ante la magnitud que ha tomado la situación. Su llamado a la discreción y al diálogo privado contrasta con la exposición pública que ha recibido el caso, dejando entrever la posibilidad de una solución pacífica y alejada de los reflectores.

La defensa de Duval se centra en su integridad y en la ausencia de necesidad económica que lo llevaría a cometer un robo. "No soy un ratero," afirmó con vehemencia, "soy una persona con valores." Estas palabras buscan desmentir la imagen que se ha proyectado de él, reafirmando su honestidad y principios morales. La contundencia de su declaración pretende cerrar cualquier especulación sobre su presunta culpabilidad, presentándose como víctima de una acusación injusta y sensacionalista. El caso, lejos de concluir, abre un debate sobre la responsabilidad mediática y la presunción de inocencia, dejando al público expectante ante los posibles desarrollos futuros. ¿Se resolverá el conflicto en privado como desea Duval o continuará la batalla mediática? El tiempo lo dirá.

Fuente: El Heraldo de México