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4 de abril de 2025 a las 18:20
México impulsa autosuficiencia alimentaria con millonaria inversión.
Desde las fértiles tierras de Michoacán, donde mañana se dará el banderazo de salida, nace una esperanza para el campo mexicano: el ambicioso plan de soberanía y autosuficiencia alimentaria. Una estrategia que no se queda en el papel, sino que se arraiga en el territorio, escuchando y atendiendo las necesidades reales de quienes labran la tierra. No se trata solo de incrementar números, sino de transformar vidas. Se trata de garantizar que quienes nos alimentan, tengan primero el alimento en sus mesas.
La Presidenta Claudia Sheinbaum, en su comparecencia matutina, ha delineado con claridad la hoja de ruta: un plan meticulosamente elaborado, un trabajo conjunto que echa raíces en el corazón mismo del campo. No son promesas al aire, sino acciones concretas que ya están en marcha. El programa de riego agrícola, pieza fundamental de esta estrategia, será potenciado para asegurar el éxito de las cosechas, llevando el agua, fuente de vida, a cada rincón productivo.
El Secretario de Agricultura, Julio Berdegué, ha enfatizado la importancia de este plan como un garante del derecho constitucional a la alimentación. Un derecho fundamental que se construye desde la base, apoyando a los pequeños y medianos productores, el verdadero motor del campo mexicano. Ellos son los protagonistas de esta transformación, los guardianes de nuestras tradiciones agrícolas y los que, con su trabajo incansable, nos permiten llevar el alimento a nuestras mesas.
Las metas son ambiciosas, sí, pero alcanzables. Aumentar la producción de maíz, el grano fundamental de nuestra cultura alimentaria, de 21.3 millones de toneladas en 2025 a 25 millones en 2030. Impulsar la producción de frijol, fuente esencial de proteína para millones de mexicanos, de 730 mil a 1.2 millones de toneladas. Incrementar la producción de arroz, de 221 mil 500 a 450 mil toneladas, diversificando nuestra canasta básica. Aumentar la producción de leche, nutriente vital, de 13 mil millones de litros a 15 mil millones, fortaleciendo la industria láctea nacional. Y por último, ampliar el alcance de Liconsa, llevando leche fortificada a más familias, de 687 a 1,300 millones de litros, garantizando la nutrición de los más vulnerables.
Para alcanzar estos objetivos, se implementarán programas clave como "Cosechando Soberanía", "Alimentación para el Bienestar", "Liconsa", "Fertilizantes para el Bienestar" y "Producción para el Bienestar". Programas que no solo representan una inversión económica, sino una inversión en el futuro de México. Una inversión en la seguridad alimentaria, en el desarrollo rural y en la dignificación del trabajo del campo.
Más de 50 mil millones de pesos se destinarán en 2025 a la atención de los pequeños y medianos productores, una cifra que se incrementará a casi 84 mil millones al final del sexenio. Una inversión sin precedentes que demuestra el compromiso de esta administración con el campo mexicano.
Este no es solo un plan de gobierno, es un pacto con la tierra, un compromiso con las familias que la trabajan, una apuesta por un futuro donde la soberanía alimentaria sea la base de un México próspero y justo. Un México donde el campo florezca y los frutos de su trabajo alimenten a todos. Un México donde la autosuficiencia alimentaria no sea un sueño, sino una realidad.
Fuente: El Heraldo de México