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4 de abril de 2025 a las 09:20

Exportación: ¿A quién afecta el nuevo arancel?

La incertidumbre generada por la política arancelaria estadounidense ha puesto en jaque a la economía mexicana, obligando al gobierno a desgranar las implicaciones reales de estas medidas. Contrario a lo que muchos análisis sugieren, la situación no es tan catastrófica como parece. Si bien es cierto que alrededor del 50% de nuestras exportaciones están amparadas por el T-MEC, el restante 50% no está necesariamente expuesto a aranceles desproporcionados. Este segundo grupo, aunque exportado bajo la regla de Nación Más Favorecida (NMF), también goza de un arancel cero. La clave reside en que muchas de estas empresas, aunque operando bajo la NMF, cumplen con las reglas de origen del T-MEC, lo que les permite, en teoría, eludir los nuevos aranceles. El gobierno estima que un 80% de estas empresas se encuentran en esta situación. En resumen, sumando las exportaciones bajo el T-MEC y las que, aunque bajo la NMF cumplen las reglas de origen, aproximadamente el 85% de las exportaciones mexicanas podrían evitar el temido arancel del 25%.

Surge entonces la pregunta: ¿por qué, existiendo el T-MEC, muchas empresas optaron por la NMF? La respuesta es simple: con aranceles cero en ambos casos, no había incentivos para apegarse a un tratado específico. Sin embargo, el nuevo escenario arancelario cambia las reglas del juego. Ahora, acogerse al T-MEC se convierte en una necesidad para garantizar la competitividad. El gobierno celebra la "supervivencia" del T-MEC como un triunfo, destacando que mientras productos europeos y japoneses enfrentan aranceles del 20% y 24% respectivamente, México se mantiene, al menos en teoría, a salvo. La analogía de la mantequilla de cacahuate y la mermelada de fresa, utilizada por la embajada estadounidense, busca tranquilizar, pintando una imagen de complementariedad e interdependencia. Sin embargo, la realidad es más compleja.

El caso de la automotriz encabezada por Daniel González, que ha suspendido operaciones en sus plantas de Saltillo y Toluca, ilustra la fragilidad de la situación. La incertidumbre sobre el futuro arancelario ha llevado a la empresa a tomar medidas drásticas, incluyendo el despido de trabajadores en sus plantas estadounidenses. Este ejemplo pone de manifiesto que la "supervivencia" del T-MEC, aunque un factor positivo, no blinda por completo a la economía mexicana de los efectos colaterales de la política proteccionista estadounidense. La cautela y la evaluación constante del panorama son cruciales en estos tiempos de incertidumbre. El futuro de las exportaciones mexicanas dependerá no solo de la vigencia del T-MEC, sino también de la capacidad de las empresas para adaptarse a las nuevas reglas del juego y del éxito del gobierno en la negociación y clarificación de los términos con su contraparte estadounidense. La "mermelada de fresa" mexicana, aunque aparentemente a salvo, debe estar preparada para enfrentar los posibles derrames de la "mantequilla de cacahuate" proteccionista.

Fuente: El Heraldo de México