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5 de abril de 2025 a las 00:10

El último adiós de Ivón a su madre

La tragedia ha teñido de luto a la comunidad de Coyoacán. La vibrante vida de Ivón, de tan solo 31 años, se apagó de forma abrupta e inexplicable, dejando un vacío insondable en sus seres queridos y una ola de consternación entre sus vecinos. Su historia, que comenzó con una alegre salida nocturna con amigas, culminó de la manera más trágica imaginable, con su cuerpo sin vida hallado en Morelos, a más de dos horas del lugar donde fue vista por última vez. El contraste entre la promesa de diversión y el horror del desenlace es un golpe brutal para la sensibilidad colectiva.

El reconocimiento del cuerpo por parte de su madre, el pasado 2 de abril, marca un punto de inflexión en esta desgarradora narrativa. La imagen del traslado de sus restos a la Ciudad de México, donde familiares y amigos le dieron el último adiós, rodeados de retratos de la Santa Muerte, figura de devoción para Ivón, es un testimonio conmovedor de la fe y el dolor que embarga a quienes la conocieron. La Santa Muerte, símbolo de protección y amparo para muchos, se convierte en un mudo testigo del cruel destino que le arrebató la vida a esta joven.

Un último mensaje, un eco de amor filial, resuena ahora con una intensidad desgarradora. "Te amo mamá", escribió Ivón horas antes de ser asesinada. Estas palabras, que en otro contexto serían una simple muestra de cariño, se han convertido en un tesoro invaluable para su familia, especialmente para su madre. La respuesta materna, "Yo también Ivón", quedó suspendida en el vacío, sin llegar a su destinataria. Un diálogo truncado por la violencia, un recordatorio constante de la fragilidad de la vida.

El testimonio de Ari Mendoza, amiga de Ivón, añade una capa de complejidad y misterio a la tragedia. El pacto entre ambas de morir juntas, o en su defecto, de brindar a la primera en fallecer un funeral "muy bonito", sin lágrimas, revela una conexión profunda y un inusual acuerdo ante la posibilidad de la muerte. ¿Era una premonición? ¿Un oscuro presagio? Estas preguntas se suman al torbellino de interrogantes que rodean el caso.

La investigación se centra ahora en el domicilio de la colonia Pedregal de Santo Domingo, donde Ivón continuó la noche de fiesta con dos mujeres, actualmente detenidas e identificadas como Fernanda e Ivón. Este lugar, que debería haber sido escenario de alegría y camaradería, se convirtió en el último escenario de la vida de la joven. La Fiscalía de la Ciudad de México ha asegurado el inmueble, buscando minuciosamente cualquier indicio que pueda arrojar luz sobre los acontecimientos que condujeron a este fatal desenlace.

La preocupación se extiende por la comunidad de Coyoacán. La muerte de Ivón no es un hecho aislado, sino un reflejo de la violencia que acecha en las sombras, un recordatorio de la vulnerabilidad que todos compartimos. La exigencia de justicia para Ivón es también un clamor por un futuro más seguro, un futuro donde la vida no se apague de forma tan repentina e injusta. La memoria de Ivón se mantiene viva en el corazón de quienes la amaron y en la lucha por esclarecer las circunstancias de su muerte.

Fuente: El Heraldo de México